El zoo de Barcelona ha ido evolucionando en paralelo a la sociedad. Por el pasaron animales que llegaron a ser iconos de la ciudad: l´Avi, Julia, “Copito de Nieve” y la orca “Ulises”.
LA COLECCIÓN DE FIERAS DE MARTÍ CODOLAR
Demolida la antigua ciudadela, en sus terrenos, Josep Fonserè diseñó el primer gran parque público de la Barcelona contemporánea de cara a la próxima Expo Universal de 1888.
Tras el gran acontecimiento, uno de los fundadores del Banco de Barcelona y de la Cámara de Comercio, Lluís Martí-Codolar, sumido entonces en la bancarrota, decidió vender la colección de animales exóticos que tenía en su finca “la Granja Vella” de la cercana villa de Horta. La manutención de sus animales le costaba casi 5000 pesetas anuales. La colección tenía ocas de Egipto, flamencos, pelícanos, , osos, antílopes, una jirafas, avestruces, una cebra, camellos … y un elefante llamado Baby.
FRANCESC DARDER
Uno de sus proveedores de animales era Francesc Darder, un apasionado de la zoología que compraba animales vivos durante sus viajes por Europa y el Magreb. Era propietario de varios establecimientos de taxidermia y un museo en la Diagonal. medió con el alcalde, Manuel Porcar i Tió (1891-92) para tantear si el Ayuntamiento estaba interesado en la colección.
¡Para Barcelona era una oportunidad!. La mayoría de las grandes ciudades europeas habían empezado a abrir parques zoológicos desde la segunda mitad del siglo xix al estilo de la antigua Casa Imperial de Fieras de Viena (1752) y el zoo de París (1793).
EL AYUNTAMIENTO COMPRÓ LA COLECCIÓN EN 1892
El ayuntamiento compró la colección Codolar por 30.000 pesetas (1892) y envió a Darder al extranjero para traer llamas del Perú, ñandús, gacelas, una girafa, animales acuáticos, primates.
El zoológico se situó en los terrenos de la antigua Ciudadela convertidos hacía poco en uno de los recintos de la Exposición Universal (1888).
EL ZOO SE INAUGURA EN 1892
¡El día de la Merced de 1892 se inauguraba el zoológico municipal!. Se nombró director al mismo Francesc Darder. Lo primero que hizo fue (1893) crear la Junta de Ciencias Naturales para fomentar la investigación del medio natural.
Al principio el recinto apenas contaba con dos hectáreas de superficie. Era una sucesión de animales encerrados en jaulas y una granja con pavos, patos y gallinas para disfrute de los visitantes. En 1894 el arquitecto municipal de Barcelona, Pere Falqués diseñó la “casa para los leones”.
El 7 de julio de 1896, llegaron en el barco de vapor “Tortosa” más animales que Darder había comprado en Marsella: jaguares, pumas, panteras de la Cochinchina, osos, canguros, armadillos, cotorras.
En 1906 muchos barceloneses se acercaron a la Gran Cascada Monumental junto a la cual se había instalado un gran mamut de hormigón. Iba a formar parte de una serie de figuras de animales extinguidos a escala natural.
La idea venía de Norbert Font i Saqué, miembro de la Junta de Ciencias Naturales de Barcelona y uno de los pioneros de la introducción de la espeleología en España. Su muerte en 1910 acabó con el proyecto. Las esculturas ya acabadas fueron a parar al museo de Geología situado en el mismo Parque de la Ciudadela.
LAS PRIMERAS «ESTRELLAS» DEL PARQUE DE LAS FIERAS
El primer animal que se hizo popular fue el elefante Baby al que los barceloneses bautizaron como l. avi. ¡en realidad era una elefanta!. Su muerte en 1915 causó mucho revuelo en la ciudad. Para paliar su pérdida llegó Julia, una elefanta cedida por el virrey de Marruecos, Muley Hafid, exiliado en Barcelona.
EL ZOO, ECONOMICAMENTE INVIABLE
La manutención de las fieras se cubría con contínuos pedidos de forraje, hortalizas, tubérculos a granjas de los barrios de Sant Andreu y Sant Marti de Provençals… y carnes no aptas para consumo humano del Matadero Municipal.
En 1917, Darder, el director, murió a consecuencia de la mordedura de una serpiente. Los barceloneses lo recuerdan por el pigmeo disecado llamado “negro de Banyoles”. Se designó como sucesor a su hijo Jeroni Darder.
En 1918 los gastos del zoo ascendían a 24.000 pesetas mientras que los ingresos no llegaban a 20.000. La Gran Guerra había hecho subir los precios de los alimentos, sobre todo, de la carne de caballo. La subasta de animales y la venta de gallinas, huevos y postales no era suficiente para cubrir costes En 1927, la entrada al zoo dejó de ser gratuita y paso a costar 25 céntimos.
Jubilado como director Jeroni Darder le sucedió Pere Màrtir Rosell y después Ignasi de Sagarra. Ellos entendieron que el zoo no debía ser una colección de fieras sino un recinto con un enfoque más social y científico. Se pensó en trasladar el zoo a la montaña de Montjuïc pero el estallido de la guerra civil desbarató los planes.
Para paliar el desabastecimiento, en enero de 1937 la Generalitat impulsó una campaña para hacer de cada balcón, un gallinero.
Muchos vecinos del Borne tuvieron un imprevisto banquete digno de Carpanta, se llevaron al coleto un dromedario, un oso blanco muertos por la metralla del bombardeo o por inanición.
En 1956 se amplió el recinto en 150.000m2. Se eliminaron las jaulas para mostrar a los animales en espacios que imitaban el hábitat de cada especie. Un auto tren paseaba a niños y padres por el recinto. Por esos años murió la elefanta Julia víctima de un desaprensivo que puso clavos en un trozo de pan.
LLEGA «FLOQUET DE NEU» AL ZOO DE BARCELONA
El zoo tenía en Ikunde, Guinea, una oficina para asegurarse el subministro de animales. Allí Jordi Sabater Pi compró un ejemplar único en el mundo…!una cria de gorila albino!. … «Copito de Nieve» se convirtió durante cuarenta años (1966-2003) en un ícono de Barcelona. A él le hemos dedicado un capítulo en exclusiva.
El día de la Mercè de 1968 se inauguró uno de los primeros delfinarios de Europa. Posteriormente (1972) se abrió un terrario (200m2) y un aviario (4200m2).
En 1975 se inauguró la Escuela Teórico Práctica, una especie de departamento de educación. ¡El zoo se llenó de críos que venían de excursión con el colegio!.
EL AQUARAMA Y «ULISES»
El espectáculo de delfines del Aquarama se convirtió en la instalación más visitada del zoo al traer en 1983 de un zoo privado del Vendrell a la orca Ulisses, capturada en los mares de Islandia.
En 1985 se jubiló el director que había relanzado el zoo, Antoni Jonch. El zoo era ya un buen negocio. Fue cuando dejó de depender del Servicio Municipal de Parques y Jardines al crearse una sociedad privada municipal para gestionarlo.
Para promover el bienestar animal en los zoológicos, en 1989 se creó la Asociación Mundial de Zoos y Acuarios (WAZA) y, en España la Asociación Ibérica de Zoos y Acuarios.
En 1992, el año de la Olimpiada de Barcelona, el zoo celebró su centenario. Dos años después nos despedimos de la orca Ulisses al ser trasladada al Sea Word de San Diego.
Para compensar en parte la pérdida del popular cetáceo, se trajeron nuevas especies como panteras de las nieves, ocas de Hawai, babirusas, hormigueros gigantes, anoas, pandas rojos y Koalas cedidos por el Zoo de San Diego.
Se remodelaron los espacios de los gorilas y cocodrilos, de los titis, de los leones marinos, de los hipopótamos y se abrieron nuevas instalaciones para albergar tortugas gigantes, guepardos, perritos de las praderas.
2003 fue un año terrible para el zoo. Murió Copito de Nieve a causa de un cáncer de piel…dejó 31 hijos pero ninguno de ellos albino…
Llegaron tritones del Montseny (2013), se mejoró la zona de los hipopótamos y se duplicó el espacio de los elefantes y las jirafas recreando la sabana africana, se renovaron las instalaciones de los orangutanes de Borneo, las de los mangabeys, los driles, el delfinario y la granja (2016). Se creó un equipo de trabajo para replantearse el modelo de zoo a seguir.
NUEVAS ADQUISICIONES
En los años siguientes el zoo de Barcelona se abrirá un espacio para guacamayos (2008), otro con dragones de Komoro (2010) y en 2011 el zoo emprenderá una gran reforma. Un año después (2012) se creó la FUNDACION BARCELONA ZOO para desarrollar proyectos de conservación de especies y decidir el futuro del zoo.
¿CLAUSURAMOS EL ZOO?
La realidad es que en los últimos años han descendido el número de visitas. Tras la llegada a la alcaldía de Ada Colau (2004), el enfoque del Ayuntamiento es de preservar las diferentes especies en su entorno natural y acabar con los espectáculos de animales.
El Ayuntamiento previó (2019) una inversión de 65 millones de euros (2019-2030) para priorizar la investigación y la conservación de la fauna ibérica y mediterránea del zoo de Barcelona.
En 2022 se derruyó el delfinario y se decidió que los animales que fuesen muriendo no fuesen reemplazados por otros. Algunas especies serán derivadas a santuarios naturales y las instalaciones del zoo serán destinadas a refugio para animales maltratados, heridos o decomisados.
La Asociación Mundial de Zoos y Acuarios (WAZA) es muy crítica con la decisión del consistorio. Dice que los políticos desconocen el rol de los zoos en la conservación de especies en peligro de extinción.
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AGRADECIMIENTOS
El parc zoològic de Barcelona, cent anys, Editorial: Edicions 62, Barcelona
Jesús Fraiz
labarcelonadeantes.com
Arxiu Amatller
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lavanguardia.com
