En los años treinta, algunos artistas vanguardistas europeos de origen judío llegaron a Tossa de Mar huyendo de los nazis. Durante unos años la villa fue una especie de Babel de las Artes.

PRIMEROS TURISTAS EN TOSSA

03—A finales del siglo XIX, la villa recibió la visita de una generación de pintores románticos catalanes. Invitados por Jaume Vilallonga i Balams, cuya madre era de Tossa, artistas como Claudio Lorenzale Sugrañes, Luís Rigalt i Farriols y Jaume Pahissa i Laporta pasaron por su casa.

A principios del siglo XX, Tossa de Mar era una pequeña villa costera de apenas 1600 habitantes que se dedicaban a la pesca, la agricultura y la elaboración del corcho. En esos años visitaron Tossa una nueva generación de artistas. Entre ellos se encontraban Joan Serra Melgosa, José Gausachs, Emili Armengol, Francesc Camps-Ribera, Manuel Humbert, Bosch-Roger, Pere Créixams, Enric Casanovas y Enric Monjo, junto a otros como Masriera, Roig i Soler, Brull, Antoni Badrinas, Ignasi Mallol, Joan Colom o Enrique Galwey Oleguer Junyent.

La primera oleada de artistas extranjeros llegó durante la Primera Guerra Mundial: LeopoldSurvage, Romain Kramstyk, el escultor Jean Matisse o Serge Brignoni.

Su ubicación en un rincón aislado del mundo dificultaba el acceso y la comunicación con el resto del país. La situación comenzó a cambiar a partir de la década de 1910 con la construcción de nuevas carreteras: en 1917 se abrió la carretera de Tossa a Hostalrich facilitando la comunicación con la ciudad de Girona. En 1921 se inauguró la carretera de Sant Feliu de Guixols para conectar Tossa con la Costa Brava.

La línea de autobuses Oliveras se estableció en la década de los años veinte, conectando Tossa con Barcelona y otros pueblos de la Costa Brava. Esto facilitó el acceso para visitantes de toda la región. Un alemán, visionando el potencial turístico de Tossa, organizó un servicio de autocares desde Berlín, permitiendo la llegada de visitantes internacionales.

Jaume Marill, emprendedor con visión, aprovechó el auge turístico para fundar «Viatges Blaus» en 1927. Su agencia ofrecía rutas únicas en barcos fletados, llevando visitantes a Tossa y otros pueblos de la Costa Brava.

Rafael Benet i Vallcells, pintor y crítico de arte, puso a Tossa en el mapa artístico internacional al invitar a conocer la villa a otros coleccionistas y pintores. Llegó en 1928, vivía entre su domicilio en la calle San Telmo, 25 y el café D´en Biel, donde había encontrado una fuente de inspiración para sus pinturas y sus crónicas artísticas para La Veu de Catalunya firmandocomo Baiarola.

Benet convenció al artista checo-judio George Kars y su esposa Nora para que, como él, comprasen una casa en la villa marinera. Kars era amigo de Paul Klee y Juan Gris. El matrimonio se integró de manera natural en la dinámica rural. Era habitual ver a Kars dibujar con lápices conté frente al castillo, visitar en la Pensión Steyer a otros artistas extranjeros o charlar en el Café d´en Biel.

LOS ARTISTAS JUDIOS

El auge del nazismo en Alemania provocó la huida de muchos artistas de origen judío hacia países más seguros.Tossa de Mar se convirtió en un refugio para algunos de estos artistas. Artistas como Olga Sacharoff, Otho Lloyd y Jadwiga Kon. encontraron en Tossa un lugar donde desarrollar su creatividad sin el miedo a la persecución.

Jadwiga Kon, pintora y galerista llegó en 1929 tras morir su esposo Eugenio Zak (1926). En París abrió con su hijo Janek la “Galeria Zak de Arte Moderno” (1929). Durante la 2 GM, madre e hijo serán apresados por los nazis y tras pasar unos años en el campo de Drancy, acabaron exterminados en Auschwitz.

Pero no todos los artistas que llegaron a Tossa en esta época eran judíos exiliados. Algunos, como Arthur Cravan, simplemente buscaban un lugar tranquilo para trabajar o escapar del bullicio de las grandes ciudades. Otros artistas, como André Masson, Rafael Bennet y Georges Duthuit, yerno de Matisse, se sentían atraídos por la belleza natural de Tossa y por su ambiente bohemio. También había artistas con ideas políticas, como Mela Muter, quien había creado una célula comunista en Collioure.

El 30 de enero de 1933, Adolf Hitler fue nombrado canciller de Alemania. Aunque el Partido Nazi no había obtenido la mayoría absoluta en las elecciones, tras el incendio del Reichstag, Hitler utilizó la Ley Habilitante para otorgarse poderes dictatoriales.

A partir de ese momento, el gobierno nazi comenzó a imponer políticas antisemitas. El 1 de abril se instauró un boicot a los negocios y productos judíos, y una semana más tarde se promulgó una ley que prohibía a los judíos ocupar cargos públicos o ejercer la abogacía y la medicina. Como consecuencia de estas políticas, miles de judíos alemanes se vieron obligados a exiliarse. Entre principios de 1933 y la primavera de 1934, cerca de 50.000 judíos abandonaron Alemania.

La ciudad condal, al no ser un país beligerante en la Segunda Guerra Mundial, se convirtió en uno de los principales destinos para estos refugiados. Antes del ascenso del nazismo, ya existía una pequeña comunidad judía en Barcelona, compuesta por alrededor de 3.000 personas.

Sin embargo, a partir de 1933, esta comunidad experimentó un notable crecimiento. En 1935, la revista Estampa publicaba un reportaje que cifraba en 6.000 el número de judíos que se habían establecido en la ciudad.

En 1933 y 1934Tossa recibió una segunda oleada de artistas, entre ellos algunos judíos. Se alojaron en las escasas posadas del pueblo, como Can TortCan RoviraCan Rogota y Ca la Mariàngela. Los habitantes locales comenzaron a ver desfilar por las calles a personas extravagantes y extranjeras. Hasta la Guerra Civil, Tossa fue un ir y venir de artistas de renombre.

Uno de estos pintores vanguardistas fue Jean Metzinger, quien llegó acompañado de su esposa, Suzanne Phocas, una francesa de ascendencia griega. Suzanne cautivó a los lugareños con su sencillez, simpatía y su peinado al estilo bob. 

Casi coincidieron con la llegada de Oscar Zügel. Sus obras habían sido quemadas por los nazis en la Galería Estatal de Stuttgart en 1933. Decidió alejarse de esa situación y se estableció en Tossa. Junto con su esposa, Clara, decidieron construir un pequeño hotel para mantenerse a flote. El diseño del hotel corrió a cargo de otro refugiado alemán, el arquitecto Gerhard Plank, quien había llegado tras el acoso a la Bauhaus por parte de los nazis en el mismo año.

Además de Oscar Zügel, llegaron a Tossa otras personas influyentes: Fritz Marcus y su esposa, la ilustradora Leni, abrieron El Buen Retiro, un bar con minigolf en el kilómetro 1.5 de la carretera de Tossa a Lagostera que se convirtió en el centro social de la comunidad local, y los lugareños lo apodaron «Ca l’Alí Babá»

Dora Maar, la talentosa fotógrafa parisina de ascendencia yugoslava, llegó a Tossa de Mar procedente de Barcelona (1934) donde había hecho una serie de fotos de «la monyos«.Su dominio del español, adquirido durante su infancia en Argentina, le permitió conectar con la gente del pueblo.

Su viaje a Tossa comenzó como una escapada solitaria, buscando un respiro y nuevas perspectivas. Sin embargo, su soledad no duraría mucho, ya que pronto se le unió su amante, el reconocido filósofo George Bataille que estaba escribiendo «Le Bleu du ciel«.

André Masson y Rose Maklès, El pintor surrealista André Masson y su novia Rose Maklès se instalaron en Tossa en junio de 1933. La belleza natural del pueblo y su ambiente tranquilo les proporcionaron un espacio ideal para crear y explorar nuevas ideas.

El filósofo Paul Ludwig Landsberg, junto a su esposa Madeleine Hoffman, también encontraron refugio en Tossa. Landsberg impartía clases de filosofía en las universidades de Barcelona y Madrid, pero la guerra civil española les obligó a regresar a París.

La tragedia se cebó con ellos: Paul murió de hambre en el campo de concentración de Oranienburg en 1944, y Madeleine dos años después en un hospital mental.

El pintor ítalo-suizo Serge Brignoni y su pareja, la pintora chilena Graziela Aranis, también se unieron a la comunidad artística de Tossa en el verano de 1933. La pareja se inspiró en la luz y los colores del Mediterráneo para crear obras llenas de vitalidad.

El pintor Roger Wild, junto a su esposa, la dibujante Germaine Labaye, también encontraron en Tossa un lugar para refugiarse de la guerra. La madre española de Wild facilitó su integración en la comunidad local.

Los von Bucovich, Mario era un fotógrafo de éxito que había retratado a medio mundo y medio Hollywood, ahora, para vivir, hacía de retratista para los burgueses de Barcelona.

Un grupo de arquitectos de origen judío llegó a la villa en 1934, buscando un lugar seguro para vivir y trabajar: Alf Ballmüller, Kurt Merlaender, Henri Müllender, Gerhard Planck y Karl Otto Boelitz fueron algunos de los arquitectos que dejaron su huella en Tossa diseñando bares y hoteles emblemáticos como el hotel Mar Menuda, diseñado por Henri Müllender.

El famoso pintor Marc Chagall también veraneaba en la villa con su esposa Bela, su hija Ida y sus amigos Henry Michaux y Jules Supervielle. La casa que alquilaban, ubicada en la esquina entre las calles San Telmo y Rosa Rissech, se convirtió en un punto de encuentro para artistas e intelectuales.

Las playas de Tossa de Mar no solo atraían a artistas e intelectuales, sino también a otros personajes célebres. Entre ellos se encontraba Oskar Kokoschka, figura prominente del expresionismo, quien disfrutaba de los baños junto a otros artistas como Eugen Spiro, Fernando Gerassi, André Masson, Otto Feldman, Ari Walter Kampf y Rudolf Levy. Lamentablemente, este último encontraría un trágico final en el campo de concentración de Auschwitz.

La apertura del Hotel Johnstone en 1935 marcó un hito en la historia de Tossa de Mar. Este pequeño hotel, con tan solo 11 habitaciones, fue el primero en la Costa Brava dedicado a alojar turistas extranjeros. Su diseño, obra de Fritz Markus, y la gestión de Archie y Nancy Johnstone, convirtieron al hotel en un oasis de confort y sofisticación para los viajeros que buscaban escapar del bullicio de las ciudades.

Las experiencias de Nancy Johnstone en Tossa quedaron plasmadas en su libro «Hotel Spain» (1937). Diez meses antes del inicio de la Guerra Civil, se inauguró en la antigua Casa Falguera, el Museo Municipal de Tossa de Mar. (El 1 de septiembre de 1935) Uno de los primeros museos de arte contemporáneo de España.

Fue gracias a la iniciativa de un grupo de intelectuales vecinos de la villa: el escultor Enric Casanovas, los pintores catalanes Rafael Bennet, Pere Créixams y Lola Bech, el checo George Kars y el arqueólogo Albert del Castillo. La entrada costaba dos reales.

El abogado y editor Fred Uhlman llegó en julio de 1936 y se encontró con una guerra …en Londres organizará el el “Artist Refuge Comitte” para socorrer a los artistas alemanes refugiados en Praga y la Free German League of Culture en la que también estarán Oskar Kokoshka y Stefan Zweig.

La Guerra Civil Española (1936-1939) puso fin a la vibrante comunidad artística que florecía en Tossa de Mar. Muchos artistas e intelectuales se vieron obligados a huir del país para escapar de la persecución.

En julio de 1936, cuatro destructores ingleses llegaron a la Costa Brava para evacuar a los súbditos británicos. Entre ellos se encontraban George Kars y Nora, quienes se embarcaron hacia un futuro incierto.

Durante la Segunda Guerra Mundial, huyendo de la Gestapo, pasaron por Bélgica y Suiza. Sin embargo, la tragedia golpeó a Kars en 1945, cuando se enteró de la muerte de su familia en Checoslovaquia. Abrumado por el dolor, se suicidó en Ginebra.

Otros artistas, como André Masson, decidieron quedarse en España. Masson se afilió a un sindicato anarquista y diseñó banderines para las Brigadas Internacionales. Fernando Gerassi también se unió a la lucha, dirigiendo la 150º unidad de las Brigadas Internacionales.

Archie y Nancy Johnstone, propietarios del Hotel Johnstone, fueron de los pocos que se negaron a abandonar Tossa. Su hotel se convirtió en un hogar para niños refugiados durante la guerra.

Hans Zügel decidió quedarse en la villa hasta su muerte en marzo de 1965. Pudo presenciar el rodaje de la película «El holandés errante» (1951), un evento que revolucionó la tranquila vida de Tossa.

La película trajo consigo a un gran equipo de producción y a una multitud de curiosos. La relación entre Ava Gardner y el torero Mario Cabré, uno de los actores de la película, no pasó desapercibida.

Su affaire fue un tema de conversación constante en el pueblo, y muchos se sorprendieron al ver a Frank Sinatra, el famoso cantante y esposo de Gardner, llegar a Tossa y discutir acaloradamente con ella.


OTROS ARTISTAS QUE PASARON POR TOSSA





Adolf Zerkowitz,

Albert Marquet, pintor

Alf Ballmüller,

Ari Walter Kampf

Apel.les Fenosa, escultor

Boelitz, arquitecto,

Christian Caillard, pintor

Constant Zarian, poeta armenio

Dem, ceramista

Emili Armengol, pintor catalán

Emile Sabouraud, pintor francés

Enric Casanovas, pintor catalán

Eric Goldberg, pintor

Fiedrich Lewy, decorador y escenógrafo

Florent Fels, critico de arte francés

Georges Charensol, crítico de arte francés

Georges Kars,

Henri de Montfried, escritor

Henri Michaux, escritor

Henri Montfreid

Hugo Zuhr,

Ian McNab, dibujante y pintor escocés-filipino.

Jan Effels, caricaturista

Jean Matisse, escultor

Jules Supervielle, poeta

Kurt Seligman, pintor surrealista

Lucien Roisin Bersnard

Madame Dem, escultora

Manuel Humbert, pintor catalán

Mela Muter

Mika Mikoum, escultora y ceramista polaca

Oscar Zügel, pintor

Oswald Petersen,

Otto Feldmann dibujante surrealista

Otto Lloyd,

Peter Janssen, pintor judío alemán

Pere Créixams, pintor catalán

Regina Seiden

Roger-Marcel Limouse, pintor francés

Rudolf Leby

Stanley W Hayter, pintor surrealista inglés

Tadashi Kaminagai, pintor japonés

T.W. Schülein, pintor fauve, alemán


AGRADECIMIENTOS

Éste artículo está basado en las investigaciones de Santiago Raigorodsky

Dominique Tomasov

Fundació Rafael Benet

core.ac.uk

https://elpais.com/diario/2000/09/19/catalunya/969325660_850215.html

Arxiu Nacional de Catalunya

Arxiu El Punt

Miquel Berga

Ma. Àngels Turon Mejíasl La tradición judía y la narración en la pintura de Marc Chagall

http://tochoocho.blogspot.com/2014/08/karl-otto-boelitz-herf-1905-1968-ca.html

Glòria Bosch

Miquel Torns

Josep Colomer Tort

Antonio Lo Bullo

Arxiu Municipal de Sant Feliu de Guíxols

Arxiu Nacional de Catalunya

Fons Ricard Mur Gargallo/Ricard Mur Gargallo

Museo de Sant Feliu de Guixols

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