Tradicionalmente, fueron las familias las que se ocuparon de sus familiares enfermos. Los hospital españoles que acogieron a éste tipo de enfermos fueron el Hospital de Santa Cruz de Valencia, fundado en 1409.

En 1413 se fundó el Hospital de Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza, que también acogía a enfermos mentales considerados entonces casi como delincuentes o indigentes y el Hospital de la Santa Creu de Barcelona fundado en 1401 al fusionarse los seis pequeños hospitales de la ciudad. En la primera mitad del siglo XIX éste hospital abrió un servicio para atender a los enfermos que sufrían diversas patologías como melancolía, manía, histeria o epilepsia.

Combinaba el aislamiento, la contención, la terapia ocupacional y la religión. Los pacientes eran separados por sexo y por gravedad de su enfermedad, y se les sometía a tratamientos como sangrías, purgas, baños o electroterapia.

Emilio Pi y Molist, su director, propuso la construcción de un manicomio moderno para atender mejor a los enfermos: el Manicomio de Horta. (1857). Molist fue el primer médico que se dedicó exclusivamente a la psiquiatría en Cataluña. Desde la aprobación de la Ley de Beneficencia de 1822 se encargaron de la asistencia psiquiatrica las las Diputaciones provinciales, mediante las Juntas de Beneficencia.

…A medida que la psiquiatría se desarrollaba como una disciplina científica, comenzaron a surgir clínicas privadas para atender a pacientes con recursos económicos. Esta evolución científica permitió un cambio radical en el trato hacia los enfermos mentales, abandonando prácticas inhumanas como el uso de grilletes y camisas de fuerza. Una figura clave en este proceso fue el higienista Felip Monlau, quien en el Hospital de la Santa Creu de Barcelona liberó a los enfermos mentales de las cadenas que los oprimían.

Había dos corrientes: Algunos médicos consideraban la locura era una enfermedad moral o espiritual, y que debía ser tratada aislando al enfermo. Era el caso de Joan Giné i Partagás fundador del sanatorio Nueva Belén en Sant Gervasi.

En cambio Pere Mata, José Letamendi, Pi y Molist, Emili Mira i López consideraban que la locura era una enfermedad cerebral, y que debía ser tratada por médicos. Se desarrollaron nuevas técnicas de tratamiento, como la terapia ocupacional y la musicoterapia. Se abrieron nuevos sanatorios y clínicas mentales donde los paseos eran parte de la terapia, por eso estos establecimientos requerían mucho espacio.

La Torre Lunática de Lloret de Mar de Farncesc Pedro Capderà i Camins (1844).

El Instituto Manicomio de Sant Boide Antonio Pujadas (1854), el primer centro asistencial moderno dedicado exclusivamente a los enfermos mentales catalanes. Pujadas editó la primera revista sobre psiquiatría en España: La razón de la sinrazón”.

El Instituto Manicomio de San Baudilio de Llobregat, dirigido por Antoni Pujadas, fue un pionero en la aplicación de las nuevas técnicas psiquiátricas. (1853).

El Instituto Frenopático de Les Corts (1863) de Tomás Dolsa y su yerno Pau Llorach era privado y dirigido a las clases altas. Dolsa y Llorach estaban al tanto de las últimas tendencias terapéuticas y tenían una visión comercial ambiciosa. Llorach también fundó la empresa Agua Purgante Rubinat-Llorach en 1877, que fue un gran éxito hasta la década de 1960.

El Asil de la ciudadela también conocido como «Asil del Parc», funcionó entre los años 1886 y 1977 en el Dipòsit de les Aigües. Daba cobijo a personas con discapacidades, vagabundos y a los considerados como presuntos dementes que podían permanecer en el asilo por un tiempo indefinido hasta que se les asignaba un lugar en un manicomio.

Otros centros destacados fueron el Manicomio de Reus (1896) de Pere Mata y el Manicomio de Salt (1906) dirigido por el doctor Ramón Sarró.

A principios del siglo XX, los avances en la clasificación de las enfermedades mentales como la psicosis maniaco-depresiva (trastorno bipolar) por Emil Kraepelin y la esquizofrenia por Eugen Bleuler, sentaron las bases para un enfoque más científico y moderno. La influencia de Sigmund Freud, con su énfasis en el inconsciente, la represión y los mecanismos de defensa, también contribuyó a una mayor comprensión de la salud mental. Las prácticas como la hidroterapia, electroterapia y el aislamiento fue perdiendo gran parte de su prestigio.

No sólo cambió el conocimiento de las enfermedades mentales y el modo de tratar a sus enfermos sino que cambia la situación de los médicos agrupándolos en una especialidad. Se introdujeron barbitúricos como el veronal (1903) y el gardenal (1912) para tranquilizar o incluso sedar a los pacientes agitados, haciendo innecesarias las camisas de fuerza y los grilletes. En 1902, se inauguró la Clínica Psiquiátrica Municipal, ubicada en el antiguo Hospital de la Santa Creu. Josep Maria Baró, considerado el padre de la psiquiatría catalana, fundó en 1907 el Institut Mental de la Diputació de Barcelona.

En 1911 se fundó la Sociedad de Psiquiatría y Neurología de Barcelona presidida por Arturo Galcerán i Granés, que luego se transformaría en la Societat Catalana de Psiquiatria i Neurologia (1934) gracias a la influencia de Julia y de Vives…

En 1914 se inauguró el Hospital Psiquiátrico de Santa Coloma de Gramenet . Enseguida se convirtió en un centro de referencia para la psiquiatría en Cataluña. Emili Mira i López abanderó durante 25 años una visión revolucionaria de la salud mental. Introdujo en Cataluña por primera vez las nuevas técnicas de electroterapia, farmacoterapia y la terapia ocupacional. Ferran Tallada, por su parte, se centró en la investigación de la psicología experimental y la psicopatología.

En 1914, fundó el Laboratori de Psicologia Experimental, donde se llevaron a cabo importantes estudios sobre el comportamiento humano y las enfermedades mentales. Ese año (6 de abril de 1914) la Mancomunidad asumió algunas competencias del Estado, como la sanidad y la educación, y creó un programa de asistencia a los enfermos mentales que gestionó la Diputació.

En 1924 se abrió el Dispensario de Enfermos Mentales de Barcelona. Su director, A. Galceran i Gaspar, ofreció atención ambulatoria gratuita a personas con trastornos mentales, convirtiéndolo en el primero de su tipo en España. Ese año se fundó la Sociedad Española de Neuropsiquiatría (AEN) (1924), con sede en Barcelona que creo la Liga Española de Higiene Mental. A partir de 1949 se reorganizará como Asociación Española de Neuropsiquiatría bajo la tutela de Antonio Vallejo.

Se abrieron nuevas entidades como el Patronato Municipal de Psiquiatría (1930), el Instituto de Psiquiatría y Psicosomática del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (1950) y el Hospital Psiquiátrico de la Vall d’Hebron (1978).


FUENTES CONSULTADAS / AGRADECIMIENTOS

Miguel Bernardo-Rafael Casas, Historia de la psiquiatria a Catalunya.

Frederic Ballell

Arxiu fotografic de barcelona

Eduardo Cuenca Fernández.

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LA PSIQUIATRÍA EN CATALUÑA

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