En 1925, un imponente edificio de cinco plantas se alzó en la esquina de la calle Pelayo con la Plaza Universidad. Coronando la estructura, una majestuosa águila con las alas abiertas daba la bienvenida a los Almacenes El Águila. Os voy a contar su historia…
PEDRO BOSCH LABRÚS
Pedro Bosch y Labrús, nacido en Besalú el 25 de febrero de 1826, fue un comerciante, político y economista español. Su historia estuvo marcada por su defensa del proteccionismo en el comercio exterior y su papel como organizador y propagandista de estas ideas en el ámbito industrial catalán.
Después de cursar estudios secundarios en el Instituto y Seminario de Gerona, Bosch se trasladó a Barcelona, donde fundó la sastrería “El Águila” en la Plaza de laVerónica en 1860.
Bosch i Labrús no solo era un un prospero almacenista de tejidos, sino que también se involucró en la política como Diputado a Cortes en varias legislaturas (1876-1886, 1891-1893).
Su compromiso con el proteccionismo de la industria textil catalana lo enfrentó al librecambismo del ministro Laureano Figuerola (1869), el ministro que impuso la peseta como única moneda oficial española y de cuya historia tenemos un video).
Fue uno de los fundadores del Fomento de la Producción Nacional en Barcelona en 1869, junto a Juan Güell y Ferrer y también del Fomento de la Producción Española (1876) presidida por Josep de Letamendi. Ambas entidades se fusionaron en 1877.
LA SASTRERÍA EL AGUILA DE LA PLAZA DE LA VERÓNICA
Su sastrería El Aguila de la Plaza de la Verónica tuvo tal éxito que se decidió a trasladar su negocio en una zona cercana pero más comercial, la Plaza Real.
LA SASTRERÍA DE LA PLAZA REAL
En su afán de crecimiento y consolidación, Bosch i Labrús estableció su propia fábrica de ropa en la calle Sepúlveda de Barcelona que le permitió tener un control total sobre la producción, desde el diseño hasta la distribución. De esta manera, se liberó de la dependencia de talleres externos.
ALMACENES EL AGUILA EN VARIAS CIUDADES ESPAÑOLAS
Se llegaron a abrir sucursales en las principales ciudades de España, fueron los primeros grandes almacenes modernos del pais con precios fijos donde se podían comprar vestidos confeccionados.
En 1901 un traje costaba entre 17,50 a 90 pesetas y una capa de paño superior de 20 a 130 pesetas, mientras que un batín de “los de ir por casa” su precio era de cuatro duros.
«EL AGUILA» DE LA CALLE PELAYO/PLAZA UNIVERSIDAD
En 1925 abrió en la esquina de la calle Pelayo con la Plaza Universidad, un imponente edificio de cinco plantas.
Coronando la estructura, una majestuosa águila con las alas abiertas daba la bienvenida a los nuevos Almacenes El Águila.
Este nuevo espacio no solo albergaría la sección de sastrería, sino que, siguiendo las últimas tendencias, se convertiría en un gran almacén, aprovechando al máximo las dimensiones del local.
PRECIOS POPULARES
A pesar de su éxito, los almacenes El Águila nunca fueron una verdadera competencia ni con los Almacenes El Siglo, ni con «Casa Jorba» o en sus últimos tiempos con El Corte Ingles.
Se posicionó como un almacén para las clases populares que buscaban precio como ocurría con los Almacenes El Barato, Almacenes Vilardell, SEPU, los Almacenes Alemanes llamados Capitol después de la guerra civil…. Su publicidad se basaba en ofertas y cupones de descuento, buscando fidelizar a este público.
JULIO MUÑOZ RAMONET
Julio Muñoz Ramonet empezó como mozo en los almacenes El Barato de su tío. Medró tras la guerra con el estraperlo del algodón. Su falta de escrúpulos y su capacidad para ver la oportunidad le llevó a ser propietario de grandes empresas.
En 1941 se decía que Julio Muñoz ganaba un millón de pesetas al día. Era el hombre más rico de España. Se hizo popular la expresión “en el cielo Dios y en la Tierra, los Muñoz”.
El y su hermano fueron comprado fábricas textiles arruinadas a precio de saldo para hacerse con los solares: Can Batlló (1943), (28 millones de pesetas) y la Unión Industrial Algodonera (1943) de Rómulo Bosch Catarineu (1950). Su decena de industrias textiles ocupaban a 45.000 trabajadores. Además fue propietario del Hotel Ritz y del Palau Robert. En torno a su figura se forjó una leyenda que podéis conocer en nuestro capítulo sobre el Palau Robert.
A finales de los años 50, Muñoz Ramonet se interesó por comprar Almacenes El Siglo en la calle Pelayo y los cercanos Almacenes El Águila. Su figura era controvertida y pocos querían hacer negocios con él, pero amasó una gran fortuna gracias a sus métodos poco ortodoxos.
Los Almacenes El Aguila de Madrid ya se habían vendido (1940) a Julio Areces que los convirtió en El Corte Inglés.
EL DECLIVE
En los años sesenta, El Siglo y el Águila no estaban en su mejor momento. A principios de los 80, en la planta baja de El Águila se abrió Premini, vendiendo artículos de baja calidad. El local solía estar vacío o con clientes de bajo poder adquisitivo, lo que marcó el final definitivo de la empresa.
A finales de la década de 1960, Almacenes El Águila, otrora empresa pionera en el comercio español, se encontraba en una situación financiera delicada. En 1969, la Audiencia Territorial de Barcelona tomó la decisión de colocar la empresa bajo administración judicial, un duro golpe que marcaba el inicio de su declive.
Dos años más tarde, en 1971, la empresa declaró suspensión de pagos. En 1975 la viuda de Trujillo instó la quiebra necesaria, dando inicio al proceso de liquidación de sus activos. A lo largo de la década, uno a uno, casi todos los Almacenes El Águila del país fueron cerrando sus puertas. Ramonet estaba que echaba chispas… posiblemente pensó en sacar tajada de lo poco que quedaba…
EL INCENDIO
El 22 de Junio de 1979 el fuego se llevó por segunda vez los almacenes ”El Siglo”. Casi exactamente dos años después, el sábado 6 de junio de 1981 el fuego acabó también con El Águila.
La compañía de seguros Unión Iberoamericana abonó cuarenta millones de pesetas a los societarios, entre ellos Ramonet y a familia de Rafael Leónidas Trujillo, ex dictador de la República Dominicana.
Ramonet y Trujillo fueron socios en muchos negocios. Trujillo era accionista de El Aguila desde 1966 a pesar de que en los estatutos se determinaba que las acciones eran intransferibles a extranjeros. El asunto judicial! estallaría cuando Julio Muñoz impugnó la venta.
Al final se cerraron dos almacenes emblemáticos en la historia de Barcelona. En 1985 el juez Baltasar Garzón destapó (1985) todos sus trapicheos de Ramonet en la quiebra de su Compañía Internacional de Seguros. Tenía un agujero de 4000 millones de pesetas.
Prevenido, Ramonet huyó a Suiza junto a su amante Maruja. Residió en el hotel Kellenhoff de Bad Ragaz hasta su muerte (1991).
texto: David Minguillón, Jesús Fráiz
