En la misma época en la que Nikola Tesla y Thomas Edison asombraban al mundo con sus inventos, una español menos mediático, construía la primera máquina capaz de jugar al ajedrez frente a un humano… y no sólo eso…fue un precursor del cálculo automático, inventó el primer funicular de pasajeros, el mando a distancia, el primer juego de ordenador analógico, el puntero láser y atisbó la inteligencia artificial. Hablamos de Leonardo Torres Quevedo, nuestro “Leonardo” particular.
1852 NACE LEONARDO TORRES QUEVEDO
Leonardo Torres Quevedo nació en Santa Cruz de Iguña (Cantabria) en 1852.
Su padre era ingeniero de caminos y su madre falleció cuando él tenía seis años (1868).
Fue enviado interno al Lycée Chaptal de París durante dos años.
A su regreso, su padre se trasladó a Madrid por motivos laborales, pero Leonardo prefirió quedarse en Bilbao con dos de sus tías.
Comenzó a trabajar como ingeniero en el ferrocarril como su padre. Sin embargo, su verdadera inquietud por la investigación le llevó a dedicarse a ella por completo tras heredar una gran fortuna a la muerte de sus tías pertenecientes a la clase alta bilbaína (1884).
EL PRIMER TELEFÉRICO DE LA HISTORIA
En 1887, construyó un primer transbordador de tracción animal para salvar un desnivel de unos 40 metros en su valle natal de Molledo.
Posteriormente, construyó uno de mayor envergadura en el río León, también con motor, pero que siguió siendo utilizado exclusivamente para el transporte de materiales. Su versión mejorada llegará en 1907 con el primer tranvía aéreo de pasajeros en el monte Ulía de San Sebastian (1907), el primer teleférico de la historia.
El 8 de agosto de 1916, uno de los hijos de nuestro protagonista montó el Spanish Aerocar en las cataratas del Niágara para unir las orillas estadounidense y canadiense.
Fue construido por la compañía Niagara Spanish Aerocar Co. Limited, creada específicamente para este proyecto. Actualmente sigue en activo.
Hay varias propuestas para el primer teleférico destinado únicamente al transporte de personas. La más temprana es la de Schaffhausen (Suiza, 1866), pero era un teleférico de tracción animal, por lo que no era apto para transportar a un gran número de personas.
El teleférico de Glynde (Reino Unido, 1885) fue el primero en utilizar un motor, pero su diseño era muy similar al de Schaffhausen. El teleférico de Dresde (Alemania, 1901) es el más parecido al transbordador de Torres Quevedo, pero su sistema de cables era más complejo y menos seguro.
TORRES QUEVEDO Y SUS PRIMEROS INVENTOS
El Laboratorio de Mecánica Aplicada fue una iniciativa del Ateneo de Madrid para promover la investigación científica (1901). Torres Quevedo fue nombrado director del laboratorio y miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid, de la que fue presidente en 1910.
En el laboratorio, se dedica a la fabricación de instrumentos científicos. Aquí desarrollara buena parte de sus inventos. Ahora estaba inmerso en varios proyectos como el primer cinematógrafo español para Gonzalo Brañas, el espectrógrafo de rayos X para Cabrera y Costa, que fue el primer aparato de rayos X español o el micrótomo y panmicrótomo de Santiago Ramón y Cajal, que fueron utilizados por el Premio Nobel para sus investigaciones sobre el sistema nervioso.
LOS DIRIGIBLES
A principios del siglo XX, la aviación estaba en sus inicios. El primer vuelo de un avión tripulado no llegaría hasta diciembre de 1903, cuando los hermanos Wright volaron su Wright Flyer 36 metros durante 12 segundos. La solución más prometedora, por el momento, eran los dirigibles.
Los dirigibles flexibles eran más fáciles de transportar, pero su inconveniente era que la barquilla tendía a doblar el globo. Los dirigibles rígidos eran más estables, pero eran más difíciles de desplazar en tierra y tenían problemas de oscilación.
En 1902, Leonardo viajó a París para visitar las instalaciones de dirigibles de la capital y para entrevistarse con Edouard Surcouf, el ingeniero jefe de los “Grands Ateliers Aeroestatiques du Chaps de Mars”. Surcouf se encargó de enviarle motores Levavasseur y hélices Voisin para la construcción de un prototipo de su dirigible semirígido.
El prototipo fue patentado en 1902. Era un dirigible flexible plegable con una gran estabilidad. Era el más rápido del mundo y mucho más barato que los Zeppelin alemanes. Su sistema de tirantes de cuerda, dispuestos en una estructura interior de los que pendía la barquilla una mayor estabilidad y maniobrabilidad a la nave.
En 1904 fue nombrado director del nuevo Centro de Ensayos de Aeronáutica situado en parte de las instalaciones del Fronton Beti-Jai hasta que el centro de ensayos fue trasladó al Parque Aerostático Militar de Guadalajara, aquí Torres Quevedo y Alfredo Kindelán comenzaron a trabajar en un nuevo dirigible (1905).
Tras las pruebas, la empresa francesa Astra solicitó a Torres Quevedo la exclusiva para la explotación de las patentes del dirigible. Torres Quevedo aceptó la oferta, y la producción de los dirigibles de Torres Quevedo se trasladó a Francia para siempre.
Se construyeron varios modelos basados en el diseño de Torres Quevedo, como el Astra-Torres XIV (1911) y el Astra XV (1914).
Estos dirigibles fueron utilizados por el ejército francés durante la Primera Guerra Mundial. El ejército francés utilizó los dirigibles en el frente de tierra, desgraciadamente, resultaron demasiado vulnerables y poco efectivos. De hecho, “L’ Alsace” fue derribado en octubre de 1915 y “Pilatre de Rozier II” en enero de 1917.
La Marina Real Británica también fabricó sus propios dirigibles trilobulados “autorrígidos”, los “Coastal” para escoltar a sus barcos. En total se construyeron 34 unidades, de las cuales 4 fueron vendidas a la Rusia zarista (1916).
Torres Quevedo no recibió ningún beneficio ya que la patente inglesa había caducado un año antes por no haberse pagado las correspondientes anualidades. En 1919, Torres Quevedo presentó un nuevo proyecto de dirigible, el Hispania, concebido para el servicio regular de viajeros entre España y América. Sin embargo, este proyecto no llegó a materializarse debido a la Primera Guerra Mundial.
TORRES Y LA CIBERNÉTICA
En el Centro de Ensayos de Aeronáutica que ya he mencionado estaba también trabajando en otros innovadores aparatos por los que se le puede considerar como uno de los precursores en el campo de la Cibernética. Hablo del Telekino, el Autómata Ajedrecista y el Aritmómetro Electromecánico.
PIONERO DEL MANDO A DISTANCIA
El Telekino era un dispositivo de mando a distancia que por medio de ondas electromagnéticas actuaba sobre un electro imán que enviaba señales Morse, es decir, es decir, era un autómata que ejecutaba las órdenes que se le envían por telegrafía sin hilos. (1904).
Lo probó con una barca en la ría del Nervión (1905) y con un bote en la Casa de Campo de Madrid (1906) sin embargo el gobierno no le vio la utilidad….
Actualmente Leonardo Torres Quevedo está considerado como un pionero del mando a distancia junto a Tesla que apenas 5 años antes (1898) había patentado un sistema de control remoto para barcos basado en ondas electromagnéticas.
AUTOMATAS AJEDRECISTAS
Leonardo Torres Quevedo, como gran amante del ajedrez, diseñó dos autómatas ajedrecistas electromecánicos en el Laboratorio de Automática. Se consideran los primeros juegos de ordenador de la historia.
El primer ajedrecista lo construyó en 1912 presentándolo en La Sorbona en 1914. Este ajedrecista sólo jugaba finales de torre y rey contra rey. Siempre lograba dar jaque mate al humano.
En París (1920) presentó un segundo autómata ajedrecista (1920) al que había sustituido los brazos mecánicos del modelo inicial por unos imanes que movían las piezas, lo que resultaba más realista.
SU “CALCULADORA DIGITAL”
También estaba trabajando en su aritmómetro electromecánico , una máquina que pesaba 700 kg y ocupaba una superficie de 2 metros cuadrados. Una especie de calculadora digital que podía hacer cálculos matemáticos y tomar decisiones sin intervención humana.
Tenía las mismas partes que un ordenador actual: una unidad aritmética para hacer los cálculos, una unidad de control para decidir qué operación hacer, una pequeña memoria para almacenar los datos y una máquina de escribir para mostrar los resultados. (1918).
En esos años estaba diseñando también su último dirigible junto al ingeniero Emilio Herrera Linares (del que tenemos un vídeo), el Hispania, con objeto de atravesar el Atlántico…pero el proyecto no se llevó a término por problemas de financiación.
EL CATAMARÁN MÁS ESTABLE DE SU TIEMPO
En 1916, Leonardo Torres Quevedo solicitó una patente para un nuevo tipo de embarcación, llamada “Binave“, un catamarán con dos cascos unidos por un puente. La Binave fue construida en los Astilleros Euskalduna de Bilbao en 1917. Tenía una capacidad única de modificar su configuración a la hora de navegar mediante el uso de un sistema de bisagras que permitía a los flotadores girarse entre sí.
1936 MUERE TORRES QUEVEDO
El 18 de diciembre de 1936, en plena guerra civil murió Leonardo Torres Quevedo a los 84 años en la casa de su hijo Gonzalo mientras la ciudad era asediada por las tropas de Francisco Franco.
RECONOCIMIENTOS
En 2007, el Institute of Electrical and Electronic Engineers (IEEE) de los Estados Unidos concedió al telekino de Torres Quevedo el reconocimiento de “hito” en la historia de la técnica situándolo al mismo nivel que otros grandes inventores de la electricidad, como Marconi, Faraday y Ampère.
Su tratado “Ensayos sobre Automática”, está considerado una obra fundamental de la ciencia española (1914).
Si te ha gustado esta historia te sugerimos que veas el capítulo dedicado a otro genio de la aeronáutica, colega de Torres Quevedo, hablamos de Emilio Herrera, otro pionero de los dirigibles e inventor del traje espacial.
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