El Sr. Bernat, un catalán con una mente creativa, concibió la idea original del caramelo que fue tocado por la baríta mágica del éxito. Una fábrica asturiana le brindó el espacio y las manos para darle vida. Y bajo la atenta mirada del maestro caramelero Sr. Molina, un murciano con gran experiencia, Chupa Chups se gestó y nació. La combinación de una idea innovadora, una producción de calidad y una estrategia de marketing eficaz lo catapultó a la fama, convirtiéndolo en el caramelo más famoso del mundo.
Enric Bernat Fontlladosa, nacido en Barcelona en 1923, era un joven fascinado por la magia. Tal era su pasión que incluso llegó a ser Campeón de España de Prestidigitación y Cartomancia en 1948.
Sin embargo, a pesar de su talento, Bernat era consciente de que la magia no era un camino viable para ganarse la vida.
Con 16 años, compaginaba sus estudios de Comercio con un trabajo como corredor para vender a los colmados productos navideños de la Casa Quicoes, turrones y caramelos de La Suiza y galletas La Gloria.
!Su abuelo había sido el pastelero que había comercializado caramelos en España. ! Su padre, también muy bien relacionado con el gremio pidió a su amigo Domingo Massanés que lo aceptase como aprendiz en su empresa de productos lácteos Massanés y Grau S.A.
Bernat demostró su talento y capacidad de aprendizaje. En tan solo tres años, pasó de ser un simple aprendiz a ocupar un puesto directivo en la empresa. Esta etapa fue crucial en su vida, ya que le brindó la experiencia y los conocimientos necesarios para dar forma a su futuro como empresario de éxito.
En 1950, al acabar su servicio militar, Enric Bernat, junto a su prometida Nuria Serra, hija también de confiteros, se embarcaron en un negocio propio. Su primera empresa, inicialmente registrada con el humorístico nombre de «Sociedad Civil de Inútiles para el Trabajo«, finalmente adoptó el nombre de «Productos Bernat». Se especializaron en la elaboración de peladillas, horchatas y granizados.
Domingo Massanés, el amigo del padre, tenía acciones de Granja Asturias S.A., una empresa radicada en Villamayor (Asturias) dedicada a la fabricación de productos derivados de la manzana y caramelos, entre ellos los afamados «Colibrí» de café y leche.
Viendo los malos derroteros del negocio Massanés propuso a Bernat para la dirección de la misma a principios de 1954. En 1955, Bernat, ya como Gerente de Granja Asturias S.A., recibió una propuesta: si lograba reflotar la empresa en un tiempo determinado, sería recompensado con el 50% de las ganancias y acciones.
Su primera decisión fue eliminar todos los productos derivados de la manzana y concentrarse en la producción de caramelos. Para ello, incorporó al maestro caramelero murciano Joaquín Molina al equipo, a la vez que reforzó la dirección con dos colaboradores catalanes de su confianza, los Sres. Oliva y Motjé.
En 1958, Enric Bernat y su equipo en Granja Asturias S.A. dieron forma a un caramelo innovador: un caramelo esférico con palo, bautizado como «GOL» por su similitud con un balón de fútbol. A Bernat no le pareció un nombre muy comercial.
En busca de una alternativa con fonética similar en varios idiomas, pensando en la distribución internacional, encargó a una empresa catalana de publicidad la creación de nuevas propuestas.
(No confundir el caramelo GOL, redondo con palo, que prácticamente quedó en un prototipo y si llegó a comercializarse fue en cantidades muy reducidas y con una distribución limitada al entorno de donde se fabricaba, con otro caramelo muy posterior cronológicamente, con forma de silbato modelo ALTUS, también unido a un palo, denominado PITAGOL, que soplando emitía un pitido y que también pertenecía a la familia Bernat teniendo la fábrica en San Feliú de Llobregat. Posteriormente su producción se trasladó a la planta de Chupa Chups de Sant Esteve Sesrovires).
La empresa de publicidad le propuso a Bernat tres nombres: PALS, ROLS y CHUPS. CHUPS fue el elegido por su fonética simple y atractiva, fácil de recordar y pronunciar en diferentes idiomas, lo que ya apuntaba a la visión internacional de Bernat.
El lanzamiento publicitario del caramelo fue crucial para su éxito. La canción que lo acompañaba terminaba con la frase «chupa, chupa, chupa Chups«, que se grabó en la mente del público. Los consumidores, influenciados por la canción, comenzaron a pedir el producto en las tiendas como «Chupa Chups». Bernat, atento a esta tendencia, no dudó en aceptar esta denominación popular.
Para proteger su producto de la competencia, Bernat compró todas las patentes y marcas registradas en España que pudieran ser una amenaza para Chupa Chups. Finalmente, registró el nombre de Chupa Chups como marca oficial.
En 1960, la empresa estabilizó sus beneficios y Bernat consiguió el 50% de las acciones. Al año siguiente, adquirió el 50% restante y se convirtió en el propietario mayoritario. La nueva sociedad se integró por Bernat, su esposa Nuria Serra y el padre de ella, D. Ramón Serra.
Para expandir el negocio, se creó una extensa red de auto-vendedores en coches Seat-600 con el nombre de Chupa Chups bien visible. Esta estrategia permitió llevar el caramelo a los pueblos más remotos de España.
Además, se pusieron en marcha grandes campañas publicitarias en prensa y radio que reforzaron el reconocimiento de marca y consolidaron el éxito de Chupa Chups. Su primer slogan decía “es redondo y dura mucho…chupa chups!”
A la fábrica asturiana se sumó una segunda en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona) 1961 desde donde salieron los primeros Chupa Chups catalanes. Se vendía a 1 peseta y los había de siete sabores.
En 1969 Bernat viajó a Port Lligat para proponerle al mismísimo Salvador Dalí la creación del logo de su empresa a cambio de una suma millonaria. El pintor estuvo media hora garabateando en una servilleta hasta dar con el icónico logo que conocemos hoy: una margarita con el fin de conseguir que en el envoltorio esférico quedase totalmente visible.
También se sustituyó el palo de madera por otro de plástico, se reestructuró la red de ventas y se aumentaron los criterios de calidad para adaptarse a la legislación de los distintos países.
La gama se exhibía en un colorido soporte cónico, siempre al alcance de los niños, en las cajas registradoras de los comercios.
A lo largo de su historia Chupa Chups escogió para promocionarlos a los personajes más populares en cada década: el famosísimo detective Kojak, Johan Cruyff tras dejar el tabaco, las Spice Girls, Mariah Carey,, Harrison Ford, Giorgio Armani, Jorge Lorenzo.
En 1974 expiró la licencia de patente industrial apareciendo numerosos fabricantes de caramelos con palo que vendían la golosina a un precio inferior.
Las ventas en España bajaron, sin embargo, sus exportaciones se multiplicaron y su fama creció exponencialmente. En 1988, la empresa alcanzó los 20.000 millones de unidades vendidas en todo el mundo. Crearon un chupa chup sin azúcar que no pudieron comercializar en España ya que la ley de entonces no permitía la venta de caramelos sin azúcar!.
Ese año Michael Jackson daba un concierto en Barcelona y …!al rey del pop solo lo podía patrocinar el rey de los caramelos!… era tan famoso que incluso una expedición científica a la Antártida descubrió una nueva especie de esponja y decidieron llamarla «Chupa chup».
En 1991 el fundador de Enric dejó el control de la empresa a su primogénito Javier y como socios a sus otros hijos: Ramón, Marcos, Marta y Nina.
Los Bernat Serra compraron, como inversión, la Casa Batlló (1993) la restauraron y abrieron al público para eventos y turistas …También compraron la fábrica de los caramelos mentolados: «Smint” de Alicante (1994).
Años después ganaron en subasta la concesión del parque de atracciones Tibidabo (2000) hasta que el Ayuntamiento lo adquirió por 6 millones y medio de euros.
Tenían factorías en Bayona, San Petesburgo (1991), Shanghai (1994) y en Toluca, en México (1996) etc.
En Rusia Chupa chups hizo furor, tanto… que los cosmonautas rusos llevaron chupa chups a la estación espacial Mir. !Fue el primer caramelo consumido en el espacio!.(1995)
34—-En abril del 2002 chupa chups trasladó su sede fiscal a Barcelona pero manteniendo la Sede Social en Villamayor por razones históricas.
En 2006 los Bernat decidieron vender su empresa a la multinacional italo-holandesa Perfetti Van Melle por más de 500 millones de euros
Cuatro años después (2010) se cerró la factoría de Villamayor tras más de medio siglo de fabricación ininterrumpida de caramelos de origen asturiano, la mayor parte de ellos con destino a la exportación.
Hoy podemos disfrutar de chupa-chups con más de 50 sabores distintos: sabor a sandía, lichis, kiwi, cerezas, con sabor a dátil, fresas con nata…
También fabrican chicles, pequeños caramelos mentolados, caramelos con chasquidos, huevos de chocolate con sorpresa, caramelos con silbato, rellenos de chicle, caramelos-bolígrafo, caramelos gigantes. Sus caramelos se elaboran en más de 150 países y se venden en más de 180.
En 2001 el chupa chup fue seleccionado para formar parte de la exposición «Piezas Maestras Humildes» celebrada en el MOMA en el 2004. Sus compañeros de vitrina fueron el posit, el clip, la tirita, el bolígrafo Bic, la pila, el celo, la bolsa del té, la bombilla, el Toblerone, la cremallera, las lentillas, la pinza, el lápiz…
Los Bernat siguen activos en el mundo empresarial como grupo inversor en inmobiliaria, turismo,capital riesgo, en el mundo de la distribución y de la logística. Son una de las familias más ricas del país.
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Cada episodio es mejor que el anterior.
BRAVO por la idea y la realización.
Gracias Dominique!.