joan pich i pon, alcalde de Barcelona

Joan Pich i Pon nació en Barcelona en 1878 en una familia humilde, su vida fue un ascenso social tan fulgurante como impredecible. De lampista a multimillonario y alcalde de Barcelona.

Desde niño tuvo que ponerse a trabajar por lo que nunca pudo ir a la escuela. A los 12 años dejó a la familia para buscarse la vida como electricista. Su triste vida cambió al conseguir del ayuntamiento un suculento contrato para el mantenimiento de alumbrado de Barcelona. Fue miembro del populista Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux desde su fundación, concejal del Ayuntamiento de Barcelona (1905, 1912-1915) y diputado provincial (1907-1911).

Además de ser analfabeto y despistado, era lo que podríamos llamar hoy un experto en la ignorancia con estilo. No sabía leer ni escribir, pero fue dueño de varios periódicos: El Día Gráfico (1913), La Tribuna (1911) y La Noche (1924). Tenía un don para los negocios… fue uno de los hombres más ricos de Barcelona.

Saltaba de un bando a otro como quien cambia de corbata. Siempre estuvo al servicio de los intereses empresariales y especuladores del suelo. El mismo se lo dijo a un periodista que le preguntó cómo se posicionaba políticamente: “pues verá: yo hago como los taxis, llevo el libre a disposición del que me contrate”.

Hablando un día sobre el estallido de la primera guerra mundial, en un discurso dijo: «barceloninos», aquí ni hay «vifias ni fobias», aquí somos todos hermafroditas…(se refería a neutrales).

En 1918 fue elegido senador. En 1919, fue elegido Presidente de la Cámara de la Propiedad Urbana y obtuvo un escaño como diputado a Cortes por el distrito de Gandesa. Celebró que la llegada de la Segunda República se hubiese desarrollado sin “infusión de sangre”.

Fue uno de los comisarios de la Exposición Internacional de 1929. Observando la ciudad de Barcelona desde el Tibidabo junto al rey Alfonso XIII, se dirigió a éste diciéndole “ Majestad, ante usted la ubre” …“ cuanta propiedad urbana”!

1935 ALCALDE DE BARCELONA

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En 1933, fue nombrado subsecretario de Marina y dos años más tarde alcalde de Barcelona (enero-octubre 1935). Comenzó su mandato con una frase que demuestra su curiosa relación con las palabras: «Bueno, empecemos con la A: Acienda». Quiso referirse, claro, a la Hacienda, pero su versión creativa quedó para la posteridad.

Al asumir el cargo declaró con toda solemnidad que seguiría “la política de las tres emes: administración, administración y administración”. En otra ocasión, tras un lapsus que sufrió el político Bosch Labrús durante un discurso, Pich i Pon, en un intento minimizar el error calificándolo como un “simple lapislázuli”.

“Ahora iremos a Lleida a dar un ciclón de conferencias”… “a veces hay que parar un poquito y hacer una vida más sedimentaria”.

Desarrolló un talento innato para memorizar discursos. Su secretario se los leía varias veces, él los memorizaba, y luego se colocaba frente a su audiencia, fingiendo leer lo que en realidad estaba recitando de memoria. Nadie notaba la treta. La alta sociedad de Barcelona lo veía como un empresario de éxito.

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Tras la suspensión de la Generalitat (octubre 1934) fue nombrado de forma interina Gobernador General de Cataluña.

Sus «piquiponadas» parecen sacadas de un sketch de comedia. En una ocasión, cuando le propusieron comprar góndolas para el Parque de la Ciutadella, sugirió entusiastamente comprar no una, sino dos: “un macho y una hembra… “que crien, que crien!”.

15 Banquete en la mansion de Pich i Pon en Sant Vicenc de Montalt con Lerroux el propio Pich i Pon y Luis Torner
Pich i Pon con Lerroux y Luís Torner

Su dominio del lenguaje también dejó joyas como cuando, al posar con una espada, dijo sentirse “como un radiador romano”. Tampoco podemos olvidar cuando, comentando sobre si era más tirano Miguel Primo de Rivera o Mussolini , remontándose a la historia antigua, aseguró que el peor de todos los tiranos no fue ni Nerón ni Calígula, sino “Tirano de Bergerac”. Las carcajadas debían haberse escuchado en toda Barcelona.

Sobre la emigración tenía una opinión muy clara: “ lo necesario sería que cada uno viviera en su propia tierra, los franceses en Francia, los ingleses en Inglaterra, los murcianos en Murcia y los belgas en Belgrado.

18 Inauguracio del nou Mercat del Ninot amb lassistencia de lalcalde Joan Pich i Pon. any 1935
Pich i Pon inaugurando el mercado del Ninot

En otra ocasión soltó: “Este calor es impropio de estos días. Parece que hayamos entrado en plena calígula” o “ “El otro día dije una de órgano…” “.. . en un acto público, al oír la Marsellesa exclamó: “se me erizan los pelos del corazón” …Este hombre no tenía rival en malentendidos históricos ni lingüísticos.

Fiel a su estilo laico y siempre con frases que rozaban lo absurdo, tras un entierro civil dijo: “Yo y otro regidor estuvimos allí de cuerpo presente» y predijo: “Llegará un día en que los entierros se harán sin curas y sin difunto”. Una mezcla de surrealismo y comicidad que reflejaba su manera peculiar de ver el mundo.

Las confusiones de Pich i Pon eran constantes, pero lejos de avergonzarse, las lanzaba con un aplomo digno de un erudito. Como cuando declaró que en un restaurante de la Rambla de Catalunya había “luz genital” en lugar de cenital, Le encantaba la buena mesa, sobre todo los “huevos de centurion”.

En una tertulia hizo una profunda reflexión sobre el amor libre, dijo: “Soy partidario del homosexualismo, es decir, que hombres y mujeres puedan amarse y dejarse cuando les parezca bien” o “No he sido hombre de ir con mujeres: sólo con mi esposa y mis hijas”.

Estando en petit comité con un grupo de señoras de la alta sociedad les dijo: Les presentó a mi sobrino, es sifilítico…filatélico tio, filatelico…

Otras perlas: Eso me lo sé yo a pies puntillas, Me gustan los toreros que están en el candelabro, nadar en la ambulancia”, “ponerse hecho un obelisco”, “quedarse en agua de borrascas”, “Ha quedado como los chorros del loro”…Uno se pregunta si sufriría de afasia…Joan no era listo pero sí inteligente. Sabía que sus meteduras de pata le creaban simpatías y popularidad. “el otro día dije una de “organo” !

La política de Pich i Pon, como su vida, no estuvo exenta de escándalos. El más sonado fue el de la ruleta «estraperlo», una máquina que, con solo apretar un botón, hacía que la bola cayera donde el casino quería.

EL ESCANDALO DEL ESTRAPERLO

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Daniel Strauss, un empresario holandés, intentó introducir una ruleta trucada en grandes hoteles de Barcelona con la complicidad de políticos del Partido Radical. Tras varios intentos fallidos de instalar el juego, Strauss denunció a los implicados.

El escándalo llegó al Parlamento, provocando una crisis de gobierno y el declive del Partido Radical. Esto contribuyó a la victoria del Frente Popular en 1936 y, en parte, aceleró los eventos que llevaron a la Guerra Civil.

20 Barcelona c. 1925 la casa Pich i Pon obra de larquitecte Josep Puig i Cadafalch des de la Ronda Universitat fotografia estereoscopica autor desconegut col. Jordi Alvarez
domicilio de J.P.P

El fraude arrastró la carrera de Pich i Pon y de Alejandro Lerroux. Joan tuvo que dimitir de todos sus cargos en 1935. En plena Guerra Civil, se exilió en París, donde murió en 1937. Está enterrado en el cementerio de Montjuïc.

Su casa familiar, fue proyectada en el numero 9 de la Plaza Cataluña por el famoso arquitecto Josep Puig i Cadafalch … terminó convertida en un centro comercial. Un final irónico para alguien que, a pesar de no saber leer, supo hacer fortuna como nadie.


AGRADECIMIENTOS / FUENTES CONSULTADAS

Arxiu Históric del COAC

Asociación ASTARACUM

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EL ALCALDE ANALFABETO: JOAN PICH I PON

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