En Barcelona Picasso vivió el paso de la niñez a la adolescencia, nueve años cruciales para su formación como pintor. Marchó a vivir a París, pero pese a su alejamiento, la familia y los amigos lo mantuvieron unido para siempre a la. El mismo dijo: «Barcelona fue mi escuela primaria y París, mi bachillerato».
LA FAMILIA
Pablo Ruiz Picasso nació en Málaga, era hijo primogénito de María Picasso López y José Ruiz Blasco, profesor de la Escuela de Bellas Artes de San Telmo y conservador del Museo Municipal de la ciudad. El niño ya apuntaba maneras…
Los Ruiz Picasso embarcaron en Málaga (25/10/1881), a bordo de un carguero que iba a Gran Bretaña. Ellos se quedaron en La Coruña donde el padre estaba destinado como profesor de dibujo y pintura. El matrimonio tenía tres hijos: Pablo, Lola y Conchita que morirá aquí de difteria al poco de llegar.
SE INTALAN EN BARCELONA
Después de 4 años, La família no se acostumbraba al clima gallego por lo que el padre pidió el traslado a Barcelona para ser profesor En la escuela de Bellas Artes de la Llotja
Llegaron a la estación de Francia cuando Pablo cumplía los 13 años. Barcelona estaba en ebullición durante la regencia de María Cristina (1895). Se estaba creando el Ensanche y triunfaba el Modernismo.
Les costó encontrar domicilio fijo: primero se alojaron en una pensión del paseo de Isabel II, número 4, se trasladaron un poco más allá, a la calle Cristina (1895)…… y después, a la vecina calle Llauder, 2(1896)- .A finales de 1896 la familia encuentra la que será su vivienda definitiva en la calle de la Mercè.
El joven aprendiz dibuja en pequeñas libretas, pinta marinas, como Serralada de Marina, de 1896, un pequeño óleo con el sol tras las colinas de la ciudad; y el Hombre sentado en una playa, del mismo año, que debe ser la de Sant Sebastià, Horizonte, de 1896, apenas unas manchas y superficies de color, y Fábricas en la orilla de la playa, también de 1896,
Tras aprobar el exámen de ingreso, Pablo fue admitido como alumno de la escuela de la Llotja.
Aquí conoció a sus primeros amigos, Manuel Pallarés, Carlos Casagemas y Jaime Sabartés, …con ellos visitó los ambientes bohemios.
Con Fernández de Soto visitó los burdeles del distrito V. Su obra ‘La celestina’ es el retrato de Carlota Valdivia, la ‘madame’ del prostíbulo que había junto al Eden Concert.
PICASSO EN MADRID
En octubre de 1897, por sugerencia de su padre, Picasso se trasladó a Madrid para estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Sin embargo, al parecer, las clases no llegaron a interesarle mucho, pasaba más tiempo pintando en el Retiro o estudiando a Velázquez, El Greco y Goya, que en los talleres de la academia. Estaba pintando «Ciencia y Caridad» para la Exposición General de Bellas Artes de Madrid.
Aquí, en Madrid, (junio de 1898) Pablo contrajo la escarlatina. Pallarés lo convenció de pasar juntos una temporada En su masia familiar de Can Tafetans, en Horta de Ebro, hoy Horta de Sant Joan.
HORTA DE EBRO
Para el pintor ésta fue una época de reflexión creativa. Deseaba romper moldes y buscar una nueva expresividad. Años más tarde dirá: “Todo lo que sé lo he aprendido en el pueblo de Pallarés”. De esa estancia Picasso produjo una gran cantidad de obras, entre óleos y dibujos, además de incontables bocetos.
A partir de su vuelta de Horta, Pablo dejó de interesarse por las clases de la Llotja y dejó de firmar como Ruiz para hacerlo con su segundo apellido, Picasso.
LA VIDA BOHEMIA DE BARCELONA
Ahora se levanta a mediodía, por las tardes si hay corrida, va a la plaza del Torín en la Barceloneta y frecuenta las tertulias modernistas, sobre todo en la taberna de Els Quatre Gats (desde 1897). Para la que diseñará su carta de menus, y participará en su revista Els Quatre Gats…Aquí hizo también su primera exposición individual (1900).
Por las noches, Pablo y Pallarés disfrutan yendo a bailar a la Guayaba de la Plaça del Oli o en el recién abierto Eden Concert (1886) en la calle Conde del Asalto, 12, un restaurante de lujo con juego de ruleta, espectáculos, prostitutas……y cupletistas como La Chelito.
Su cuadrilla son Joan Casagemas, Sabartés, los hermanos Reventós, los hermanos Soto, los hermanos Cardona y Joan Vidal Ventosa.
En 1899 Picasso retrató “Lola la Chata”, la «madame» de un prostíbulo. Un ejercicio de expresionismo lleno de color que forma parte de la colección del Museu Picasso.
Uno de sus primeros romances del joven artista lo tuvo con Rosita del Oro (1897-1900), una amazona que trabajaba en el Circo Ecuestre Tívoli. Con ella conocerá por primera vez el mundo del circo al que representará después en su periodo rosa.
PRIMER VIAJE A PARIS
En septiembre (1900), acompañado por Casagemas, hace su primer viaje a París para exhibir su obra “Últimos momentos”, en la Exposición Universal. Se alojaron en el estudio del mismo Nonell en el 49 de la rue Gabrielle de Montmartre.
Por primera vez establece un contacto directo con los impresionistas, con los neo-impresionistas, nabís y puntillistas. Conoce a Pere Mañach, su primer marchante, hijo de una familia de industriales barceloneses…!y anarquista!.
Al poco Picasso viajará a Madrid donde, junto a Francesc d’Assís Soler, editará la breve revista Arte joven, con colaboraciones de Unamuno, Baroja, Reventós, Rusiñol y con ilustraciones de Nonell, y Picasso y otros y Casagemas vuelve a París deseando ver a su amante.
SUICIDIO DE CASAGEMAS
En Madrid se se entera que su compañero del alma, Carlos Casagemas había disparado a su amante Germaine Gargallo porque lo había rechazado. Pensando que la había matado, se había pegado un tiro en la sien (17 de febrero de 1901) .
El accidente había sucedido en el restaurante “Hippodrome” ante Manolo Hugué.
Con el retrato del imaginado Casagemas muerto, empezó su periodo más desesperado: la época azul, su primer estilo totalmente personal (1901–1904).
Tras una breve estancia en Barcelona para exponer en la sala Parés junto a su admirado Ramón Casas, Pablo vuelve a París por segunda vez para exponer junto al pintor vasco Francisco Iturrino (25 de junio al 14 de julio 1902) en la afamada galería Vollard…
… pero regresa rápidamente a Barcelona al ser llamado a filas…aunque se libró gracias a su tío, que le pagó las dos mil pesetas necesarias para evitarlo.
Se había instalado en la calle Conde del Asalto, 6, en un estudio junto con Josep Rocarol aunque otras fuentes hablan de un primer piso en el número 10.
El taller estaba junto al Edén Concert. Pinta La casa blava (que acabará en manos de Gertrude Stein) y Terrats de Barcelona, una pequeña obra por la que tendrá particular inclinación. Dibuja también la portada del diario El liberal, del 5 de octubre de 1902, con el Morrot, la nueva plaza de toros de las Arenas, cabalgata y carrozas.
TRES MESES EN PARIS
Liberado del servicio vuelve a París para mostrar sus pinturas azules en una exposición colectiva organizada por Mañach en la galería Berthe Weill.
Estará tres meses, junto con el escultor Juli González y Josep Rocarol, vive entre el hotel Champollion y el hotel du Maroc, en la rue de Seine, aunque también vivirá con Max Jacob en una habitación. Los paisajes ya son secundarios en sus intereses. Pasados tres meses volvió a Barcelona.
DEFINITIVAMENTE PARIS
Aquí empezará su obra maestra del periodo azul, La Vida y preparará sus maletas para instalarse (llega el 12 de abril de 1904) definitivamente en la capital del Sena (1904), en el barrio de Montmartre, en el Bateau Lavoir de la calle de Ravignan, 13. Estaba a punto de conocer a la que será su primera esposa, Fernande Olivier.
Por las mañanas suele ir a tomar apuntes de los acróbatas del circo Medrano en Montmatre y de los tirititeros ambulantes en la explanada de Los Inválidos. Está preparando una serie de pinturas sobre arlequines, saltimbanquis. Era el final de su etapa azul y estaba a punto de empezar su periodo rosa.
En 1910 Pablo Picasso con 29 años, estaba creando un nuevo lenguaje junto con Georges Braque, el cubismo. Su obra ya era adquirida por coleccionistas internacionales gracias, en parte, a tres marchantes: Wilheim Unde, Ambroise Vollard y, sobre todo, Daniel-Henry-Kahnweiler.
VISITAS ESPORÁDICAS A BARCELONA
Vuelve a Barcelona en mayo de1906, con su amante Fernande Olivier, aunque sólo de camino: va a pasar tres meses a la pequeña población de Gósol, en el Alt Berguedà, junto al Pedraforca.
En 1907, pinta Las señoritas de Aviñón, que son un grito en el mundo del arte, y Els segadors, un recuerdo del verano en Gósol.
Retorna a Barcelona en mayo de 1909, también con Fernande, y en 1910 pasa un par de meses del verano en Cadaqués. Todavía vuelve en el estío de 1913: ha muerto su padre. Su madre seguirá viviendo en Barcelona, hasta su muerte en 1939.
El malagueño quiso volver a Horta de Sant Joan (1909) acompañado Fernande Olivier visitaron Cadaqués y en Barcelona visitaron a sus amigos. Dos años después (1912) expondrá en las Galerias Dalmau de Barcelona.
En 1910 Pablo Picasso con 29 años, estaba creando un nuevo lenguaje junto con Georges Braque, el cubismo. Su obra ya era adquirida por coleccionistas internacionales gracias, en parte, a tres marchantes: Wilheim Unde, Ambroise Vollard y, sobre todo, Daniel-Henry-Kahnweiler.
Su relación con Fernande estaba finiquitada y sustituida por un nuevo amor, Eva Gouel, su musa del periodo cubista. Con ella visitará Céret tras el entierro del padre del pintor en Barcelona . Su relación con Eva será breve pues Eva morirá en pocos años (1915).
En 1917 vuelve a la ciudad condal para visitar a su madre y a su hermana. También en junio y noviembre acompañando a los Ballets Rusos de Serge de Diaghilev al que había conocido gracias a Jean Cocteau.
Para su espectáculo “Parade”, inspirado en el mundo del circo, había diseñado la escenografía y el vestuario. El libreto era de Cocteau y la música de Erik Satie. Pablo en ese momento era un perrito faldero locamente enamorado de una de las bailarinas del ballet, Olga Khokhlova con la que se casará antes de un año (1918).
Desde la ventana de su habitación de la pensión Ranzini del Paseo Colon, 22 el artista pintó «El paseo de Colon». En 1920 hará su primera donación a Barcelona, Su “Arlequín” pintado hacía dos años tomando como modelo a Massine, el bailarín y coreógrafo de los Ballets Rusos.
Volverá por última vez a Barcelona en 1934 con su esposa Olga y su hijo Paulo nacido en 1921. Llegaron en un coche Hispano-Suiza y se alojaron en el Ritz pero su relación con la bailarina estaba haciendo aguas. Olga se había enterado que su última amante, Marie-Thérèse Walter estaba embarazada del artista, de la que será su hija Maya.
La relación con Marie-Thérèse acabará en 1936 año en el que Picasso será nombrado director del Museo del Prado durante la guerra civil (1936-1939).
PICASSOS EN BARCELONA
Entre 1958 y 1962, Xavier Busquets proyectó la nueva sede del COAC (Colegi d’Arquitectes de Catalunya) En la plaça Nova . Picasso colaboró con unos esgrafiados en su fachada. Tras las riadas del Vallés (1962) el pintor donó “Mujer con perro” para que fuese subastado en beneficio de los damnificados.
Dos años antes (1960) la sala Gaspar había exhibido 30 óleos del pintor. No se vendió ni una obra…en realidad Picasso nunca consiguió ninguna venta en Barcelona…
Jaume Sabartés, secretario del pintor desde 1935, y el entonces alcalde José María Porcioles hicieron lo imposible en las altas esferas del régimen a fin de que permitiesen la apertura de un museo Picasso. Se hizo realidad En 1963.
¡pero no abrió como museo Picasso, no! sino como Museo de à colección Berenguer Aguilar. el nombre del pintor no debía figurar a primera línea ya que era considerado non grato por su ideología comunista. Picasso murió en 1973 sin haberlo visitado nunca.
Con los años el museo ha sufrido diversas ampliaciones: se adjuntó el Palacio del Baró de Castellet (1970) y el Meca (1985), se añadieron dos nuevos edificios anexos (1999), la casa Mauri y el Palau Finestres y en 2011 se añadió un edificio construido de nueva planta en la parte posterior.
En 1979 el Ajuntament de Barcelona decide bautizar como passeig Picasso a una de las vías que rodean el parc de la Ciutadella.
Parece mentira… pero en Barcelona apenas hay placas en los lugares donde transcurrió la vida del pintor. No sería mala idea crear una ruta turística que recordase sus andanzas barcelonesas.
LOS TALLERES DE PICASSO EN BARCELONA
Picasso tuvo seis estudios diferentes en Barcelona durante sus años de formación y primeros éxitos como artista. Cada uno de estos lugares fue importante para su desarrollo artístico.
El primer estudio de Picasso estaba en la calle de la Plata, número 5. Su padre pagó el alquiler de este espacio, que estaba cerca de la casa familiar. Picasso lo compartió con su amigo Pallarés. Era la primera vez que Pablo tenía su propio espacio para trabajar y se sentía libre, aunque su padre lo visitaba a menudo. Aquí pintó «Ciencia y caridad», una obra que le dio una mención honorífica en una exposición en Madrid.
Luego, cuando era adolescente, Picasso tuvo un estudio en la calle del Comercio. Allí pintó «La primera comunión» en 1895, una de sus primeras obras famosas. Esta pintura se mostró al público en 1896 en el Palau de Belles Arts, que era el primer museo municipal de Barcelona.
En 1897, Picasso se fue a Madrid para estudiar en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Cuando volvió a Barcelona en 1899, compartió un estudio con Santiago Cardona en la calle Escudellers Blancs. En este lugar, Picasso pasaba mucho tiempo dibujando a las mujeres que trabajaban en un taller de costura en el mismo edificio. También fue aquí donde conoció a Jaume Sabartés, quien se convertiría en uno de sus mejores amigos y más tarde en su secretario.
En 1900, Picasso compartió un estudio con su amigo Carles Casagemas en la calle de la Riera de Sant Joan, número 17. Esta calle ya no existe porque la derribaron para construir la Vía Layetana en 1907. En este estudio, Picasso pintó muchas vistas de Barcelona y retratos de su hermana Lola.
En 1902, Picasso compartió un taller en la calle Conde del Asalto, número 10 (que ahora se llama Nou de la Rambla) con el pintor Josep Rocarol y el escultor Ángel Fernández Soto. Aquí pintó «Las Dos hermanas». Este estudio estaba muy cerca del Edén Concert, un lugar de espectáculos muy popular entre los artistas jóvenes.
En 1903, después de la muerte de su amigo Casagemas y de su segundo viaje a París, Picasso volvió al estudio de la calle Riera de Sant Joan, esta vez con Ángel Fernández de Soto. Aquí pintó «La Vida», una obra muy importante de su época azul.
El último estudio de Picasso en Barcelona estuvo en la calle Comercio, número 28. Se lo prestó su amigo Pablo Gargallo en 1904. En este lugar, Picasso terminó de pintar «La Celestina» y empezó un retrato de su amigo Sabartés.
Durante estos años, Picasso viajó varias veces a París. En sus estudios de Barcelona, pintó muchas obras famosas como «Pobres a orillas del mar», «El viejo guitarrista ciego» y «El asceta». También expuso sus obras en la Sala Parés, una galería de arte muy importante en Barcelona.
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