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VERANEANDO EN LA COSTA BRAVA

Podría decirse que la sala Bocaccio nació en las calas de la Costa Brava donde se reunían los cachorros de la burguesía catalana.

Allí encontraron la intimidad suficiente para expresarse con la libertad que no existía en el franquismo.

ORIOL REGAS CREA BOCACCIO.

Oriol Regás.

Todo empezó y acabó con Oriol regas, en la calle Muntaner, en un subterráneo del número 505 donde hoy está la sede del Hotel Catalonia.

En la calle Tuset, bautizada por Oriol Maspons como “Tuset Street”, un reflejo de la Carnaby Street londinense donde ya brillaban el Tuset Stork Club, el Ischia, el Anahuac, The Pub o La Cova del Drac, el local emblemático del jazz y de la “nova canço”.

Bocaccio estaba casi tocando a la antigua fábrica de coches «David».

La discoteca la impulsó el propietario de La Cova del Drac, el promotor cultural y aventurero Oriol Regàs junto a Xavier Miserachs y Teresa Gimpera.

Oriol Regás abrió también el restaurante Via Véneto (1967) donde los asiduos a Boccaccio paraban para almorzar o cenar.

Bocaccio se financió mediante la creación de la empresa Bocaccio S.A, en colaboración con otros muchos accionistas. Iba a llamarse “Snobisimo” pero al final Oriol Regás optó por el nombre del escritor humanista Giovani Boccaccio, autor del ‘Decamerón’ pero escrito con una única primera c, para distinguirse del autor.

1967 ABRE BOCACCIO

Salvador Dalí fue uno de los asistentes a la inauguración de la discoteca el 13 febrero de 1967 .

Las dos primeras canciones que sonaron la primera noche fueron ‘Good Vibrations’, de los Beach Boys, y ‘Monday, Monday’, de The Mamas & The Papas…y, por primera vez en España se veían a unas gogo girls bailando sobre unas plataformas.

Se pinchaba música de Pink Floyd, Genesis, Bowie o Lou Reed, canciones que no se oían por la radio ya que Xavier Miserachs la importaba directamente desde Londres o París. El primer evento que se presentó fue un desfile de minifaldas de Mary Quant con modelos descalzas bailando a ritmo de los Beatles.

Lou Reed
Llegada de los Beatles a Barcelona.

Enseguida se convirtió en el templo lúdico nocturno de la «Gauche Divine», como llamó Joan de Sagarra a aquellos jóvenes de buena familia con corbata.

LA ESTETICA BOCACCIO

logo de Bocaccio.

La discoteca lucía una estética con inspiración modernista obra del decorador Xavier Regás, hermano de Oriol, él también diseñó junto a Toni Miserach el famoso logo de Bocaccio basándose en el Art Nouveau belga.

El local lucía una larga barra con unos altos taburetes tapizados en color granate junto a una pista de baile que se abría cada día a las 23,22 h. La consumición mínima costaba 125 pesetas.

En el espacio superior se respiraba un ambiente más íntimo para darse el lote o disfrutar de tertulias improvisadas con un ojo clavado en sus contertulios y el otro en los guapos y guapas que pululaban por la boîte. Nadie se escandalizaba por nada.

Se respiraba cosmopolitismo y, sobre todo libertad, libertad para decir lo que se pensaba, para vestir como se quisiera y para liarse con quien apeteciera,

La influencia del turismo y de las modas extranjeras estaba cambiando la imagen tradicional de la mujer por una mujer más libre, moderna y sensual.

En la pista las chicas dejaron de llevar sostenes y podían lucir minifalda, bailar solas, y manifestar su sexualidad libremente sin la necesidad de tener un hombre al lado para disfrutar.

LOS ASIDUOS A LA DISCOTECA. LA GAUCHE DIVINE

Eran un heterogéneo grupo de jóvenes intelectuales : arquitectos, músicos, fotógrafos, periodistas, diseñadores, artistas, modelos y cineastas inquietos por descubrir nuevos caminos hacia la libertad sin limitaciones ni prohibiciones.

Toda la cultura, el diseño y la modernidad de Barcelona estaba En Bocaccio. Podías encontarte a Colita, Oriol Maspons, Toni Miserachs o Leopoldo Pomés fotografiando a Teresa Gimpera o Christa Leem musas de la sala.

A Ricardo Bofill con su esposa Serena Vergano, Oriol Bohigas, Mónica Randall, Joan de Sagarra.

Joan Manuel Serrat, Óscar Tusquets, Guillermina Motta, Georgina Regàs.

Oriol Regás y Mónica Randall

y el excéntrico y excesivo Pitito Gamir mas “divine” que “gauche” haciendo de relaciones públicas.

Pitito Gamir decía ser descendiente de Carlomangno. No faltaba a ninguna fiesta…

a los “novísimos” escritores del momento: Juan Marsé, Enrique Vila-Matas, Jaime Gil de Biedma, Rosa Regàs, hermana de Oriol, Maruja Torres con sus amigos Terenci y Ana María Moix

los tres hermanos Goytisolo, Vázquez Montalbán, y a veces por Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa.

O a sus editores: Elisenda Nadal, Carlos Barral, Esther Tusquets, Jorge y Gonzalo Herralde o Beatriz de Moura.

Jaime Gil de Biedma.

O los integrantes de la Escola de Barcelona que seguían la estela de la Nouvelle Vague francesa o el Free Cinema inglés: Vicente Aranda, Joan Amorós, Joaquim Jordà o Román Gubern.

Si eras alguien en Barcelona tenías que dejarte ver por la discoteca. Podías ir sin sostenes pero no sin corbata…

Los asiduos de la discoteca Bocaccio no se caracterizaban por una militancia comunista activa, pero sí por su antifranquismo. Los comunistas les tildaban despectivamente como del “Partido Comunista de Cadaqués”

EL MODELO BOCACCIO SE EXPANDE

Bocaccio arrasaba en Barcelona y el modelo se exportó a otros locales de la costa brava como el Maddox de Playa de Aro, el Revolution de Lloret de Mar, y el Marinada, la Arboleda de Palamós o el Palladium. Y junto a Antonio Gades creó el Festival Flamenco de Palamós.

Tantos artistas y escritores hicieron del Bocaccio un centro de irradiación creativa.

En creó una revista (1970) llamada, como no, Bocaccio dirigida por Miserachs, con Juan Marsé como redactor jefe y como colaboradores algunos de los escritores asiduos del club.

Oriol Regás también fue uno de los fundadores de la revista L´Avenç.

La expansión empresarial culminó con la apertura de la discoteca Bocaccio Madrid (1972).

También crearon una discográfica con la que se dio a conocer a Maria del Mar Bonet y una productora de cine…

… un sello de diseño, una tienda donde se vendía su objetos (en la calle Enrique Granados) y hasta una agencia de viajes muy particular que ofrecía viajes en avión a Ibiza, Roma, Nueva York o Bangkok con barra libre durante el vuelo.

ORIOL REGAS VENDE BOCACCIO.

Cuando Oriol Regás intuyó que los tiempos cambiaban vendió el Bocaccio de Barcelona a Pere García Pérez Plata, (1982) empresario nocturno que había colaborado también en la creación de Bocaccio y que tenía otras boites en Mollet del Vallés.

y se lanzó a una nueva aventura, El Tropical, un beach-club en Gavà que no llegó a cuajar.

Con el dinero obtenido con la venta, Regàs creó Up&Down, “una discoteca de derechas donde se hablaba de dinero y de yates», como decía en broma el mismo Oriol.

El Bocaccio de Madrid fue alquilado a sus empleados. En julio de 1985, Pere Garcia cerró definitivamente la sala de Barcelona vendiendo el local a un grupo immobiliario árabe que convirtió el edificio en un hotel.

El cuartel general de la Gauche Divine, el mítico local que reunía cada noche a la barcelona mas progresista , después de más de 30 años de su cierre se ha convertido en el mito de la Barcelona más innovadora y libre.


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