La Taxonera es un barrio de Barcelona situado entre la Vall d’ Hebrón, La Clota y el Coll y a los pies de la sierra de Collcerola.
OS VAMOS A CONTAR SU HISTORIA
TAXONERA, NO TEIXONERA…
Ésta historia empieza en unas fincas entre barrancos, rieras y colinas…la futura Taxonera, que no Teixonera como muchos dicen…
JOAQUIN TAXONERA, EL FUNDADOR
El barrio debe su nombre a Joaquín Taxonera que nació en Arenys de Mar (1858) en una familia de zapateros. Ya mocito, en la calle Montmany de Gracia fijo su residencia y su fábrica de calzado, siguiendo la tradición familiar. En poco tiempo se convirtió en un hombre de éxito exportando sobre todo a Cuba y Filipinas…antes de su independencia.
TAXONERA ERA FABRICANTE DE CALZADO
En Gracia, muchos pequeños comerciantes estaban comprando casitas y parcelas en el Carmel atraídos por los anuncios que ofertaban terrenos para urbanizar cerca del trayecto del tranvía del Coll: casas modernistas con jardín y pozo, ya que toda aquella zona era muy rica en agua.
Joaquin Taxonera compró a muy buen precio (1902) una pequeña parte de la mejor finca del Bajo Carmelo, la de la Masía de Can Grau. Toda aquella zona perteneció al municipio de Horta hasta que ésta se anexionó a Barcelona en 1904.
URBANIZACIÓN DE LA BARRIADA
En 1915 Joaquin Taxonera parceló sus tierras con el fin de crear una colonia. Presentó tres proyectos de urbanización para la zona. Empezó urbanizando tres calles y una plaza en el área de la hoy avenida de Coll i Alentorn mientras se seguían ofertando terrenos y torres de veraneo para los comerciantes que querían tener una segunda residencia para escapar del sofocante calor de Barcelona.
El barrio se fue definiendo entre 1915 y 1930. La colonia albergaba sobre todo a los trabajadores de la Bovila Giravent.
Joaquín Taxonera siempre se preocupó y ocupó de su barrio. Cedió espacios para la celebración de bailes y fiestas. Ya en 1918 ofreció unos terrenos para construir la sede del Centro Obrero de Defensa Social de Sant Genís de Horta.
Las calles de la barriada estaban muy oscuras por las noches. El sereno se ocupó de acompañar a los vecinos hasta sus casas hasta que !por fin!… en 1918, llegó la luz eléctrica para arrinconar para siempre a las lámparas de carburo. No obstante aún no había alcantarillado.
En 1922, junto a las torres de veraneo, se contabilizaban unas sesenta barracas y cuevas. Una mina abastecía de agua al vecindario. Con el tiempo se convertirá en el lavadero público.
TORRES DE VERANO
La calle principal fue y sigue siendo la calle Arenys, nombrada así en homenaje al pueblo natal del señor Taxonera. Aquí se establecieron las más suntuosas torres de veraneo.
En la calle Besós, esquina con la calle San Crispín, aún se conserva la casa familiar de Joaquín Taxonera como dependencia municipal para entidades del barrio.
LA LLEGADA DEL OMNIBUS
La inauguración en 1925 del auto-omnibús Vallcarca-Coll mejoró considerablemente los accesos a toda la zona. Aunque seguía siendo un barrio de grandes desniveles por su topografía.
La colonia iba creciendo y se fue cohesionandose. Se creó la “Asociación de Propietarios y Vecinos de la Colonia Taxonera y Besora”, sus primeros estatutos datan de 1932.
LA BOBILA DEL BARRIO
La bóbila era omnipresente (1906-2008) en el barrio. Ya existía antes de la creación de la colonia. La había fundado en 1906, la familia Giravent y sus alrededores, muchos de sus trabajadores habían contruido sus propias viviendas.
Durante las obras para la Exposición Internacional de 1929 fue una de las bóbilasproveedoras de ladrillos.
Funcionaba a todo gas y contaba con más de setenta trabajadores.
Al final, el fogonero de la bóbila, Ramón Puigfel, llegó a ser el encargado de la empresa hasta arrendarla en 1947, dándole el nombre de “Bobila Carmen”, en honor a su hija y a la patrona de los azulejeros.
Algunos se acordarán de que los trabajadores del horno, se auto fabricaban unos zapatos especiales hechos con el caucho de los neumáticos, ya que era imposible soportar los altísimos grados que emitía el “ojo del diablo” como ellos llamaban al horno. Finalmente la bóbila cerró en 2008.
LLEGAN LOS VIENESES Y HERTA FRANKEL
En 1942, huyendo del antisemitismo de Hitler, llegaron al barrio los Vieneses y Herta Frankel. Compraron una torre en la finca de viñas de Can Besora (s. XV).
En su vivienda instalaron un estudio para grabar los programas que veíamos en la televisión. Aún recuerdan los más mayores que,cuando eran niños, veían amaestrar a los perritos de la Frankel.
Sus marionetas más recordadas eran la perrita Marilyn, Pepito, la ratita Violeta y la Tía Cristina.
Por su casa pasaron gente muy famosa… como Raphael o el Dúo Dinámico, causando tanto revuelo en el barrio que alguna admiradora había llegado a desmayarse de la emoción. Los vieneses vivieron muchos años en el barrio, hasta que a causa de un incendio, se trasladaron.
EL CASINET
Durante la postguerra abrió el Casinet en terrenos de la familia Bordas fundado por las familias más acomodadas de la zona y se creó la Asociación de vecinos del Valle de Hebrón.
EL DOCTOR MATIAS
Cómo sucede en los pueblos, el señor cura y el médico eran toda una autoridad. Jordi Matías Guiu, (el hermano del periodista y locutor Armando Matias Guiu) conocido como Dr. Matías, era el médico del barrio desde 1948. Quizás fue el precursor de lo que con los años se conoció como los seguros de salud. Emitía un recibo mensual que se llamaba La Iguala que daba derecho a consulta medica para toda la familia. Durante muchos años recorríó a pie las empinadas calles del barrio para llegar a los enfermos. … hasta que pudo comprarse un 600.
Hacía las veces de psicologo de todas las familias que, por la confianza, le contaban sus problemas. Fue muy querido y admirado en el barrio, tanto… que recibió por petición popular la medalla al mérito del trabajo.
MOSSEN LLADÓS
El cura de nuestra historia era Mossén Lladós párroco desde 1961 y cohesionador de la vida social del barrio.
Las misas las celebraba en algunos locales hasta que se se construyó la actual iglesia de Sant Cebriá (la primera piedra se puso en 1964.).
Por fín se podían celebrar comuniones en la iglesia parroquial!
La parroquia actuó como centro social en las décadas de 1980 y 1990, hasta que en 1995 se inauguró el Centro Cívico de la Teixonera.
LA LLEGADA DEL TRANVÍA
La llegada del tranvia 26 acercó Barcelona al barrio. El final lo tenía al principio de la Carretera. De la Rabassada con el Paseo del Valle de Hebrón… De los años cuarenta a los sesenta fue modificando su trayecto en varias ocasiones.
En 1948 cuando se acabó la restricción de la electricidad, terminaba su recorrido en la Pza. Catalunya para gozo de todos los usuarios. Funcionó hasta 1962 siendo substituido por un autobús con el mismo número.
LA RESIDENCIA DEL VALLE HEBRÓN
Su conductor, cuando veía correr a un vecino hacia el autobus, hacía sonar con el pie un aparato que sonaba como una campana y paraba el tranvía para que se subiere. Cuando llovía, al no haber paradas con marquesinas para guarecerse, los vecinos esperaban al autobús en la carbonería, donde los vecinos se contaban las últimas noticias del barrio.
Se empezó a construir la Residencia del Generalísimo Franco, hoy llamado Hospital de la Vall d’ Hebrón y para trabajar en sus obras llegaron muchos emigrantes que se quedaron como vecinos en la Taxonera.
El centro hospitalario se inauguró en 1955. Era un hospital enorme que con los años se convertirá en una gran ciudad sanitaria junto a la que se formó una nueva barriada de pisos .
DÓNDE SE DIVERTÍAN LOS VECINOS
La Taxonera carecía de discotecas, boîtes o cines… !Bueno, estaba el Bar Plaza!…Para divertirse, los jóvenes tenían que desplazarse a la zona del Casinet, donde se montaban los autos de choque y las fiestas mayores… o iban al cine Mahon más conocido como “El Totxo”, en la Avenida del Hospital Militar, hoy Avinguda de Vallcarca.
El familiar Casinet fue vendido en los años sesenta y se convirtió en la Sala Arrigat. Los nuevos propietarios lo convirtieron en salón para celebración de banquetes, bodas y comuniones y después en sala de baile, la única del barrio…hasta actuaron los Sirex!. Mas tarde se reconvirtió en bar de copas, discoteque y mueblé…Algo que no gustó nada al párroco…
NUEVA OLA DE EMIGRANTES LLEGA AL BARRIO
Una nueva ola de emigrantes llegó durante los años 50 y sesenta. Vinieron a vivir a la Taxonera gentes de Rubielos de Mora, de Caravaca de la Cuz, de Cabra de Santo Cristo, de Sevilla, Almería, Huelva… hasta de Ceuta, Melilla y de Chile…
Los nuevos vecinos trabajaban de sol a sol y en sus pocos ratos libres, iban construyendo sus propias casas. Cuando se acababa la construcción de una casa, se ponía una bandera como símbolo de la conquista y se celebraba con una comida entre familia y vecinos.
EL MERCADO DE LA VALL D´HEBRÓN
Por fin en 1969 se contruyó el mercado de la Vall d´ Hebrón con sus 120 paradas para abastecer a los vecinos y vecinas de la Texonera, Penitents, el Coll y Vallcarca.
LAS ASOCIACIONES VECINALES Y SU LUCHA POR UN BARRIO MEJORABLE
En los setenta la Taxonera parecía ser invisible para el ayuntamiento y el vecindario empezó a organizarse para exigir unos servicios mínimos. Las luchas vecinales con la administración fueron tremendas. Se necesitaba urgentemente mejorar el alcantarillado, el asfaltado de las calles, faltaba iluminación, transporte público, zonas ajardinadas…y solo gracias a la insistencia de las asociaciones del barrio frente a la administración (años 89-90) fueron subsanadas algunas de ellas.
La Taxonera de hoy ha cambiado mucho: se ha cubierto una parte de la Ronda de Dalt facilitando el acceso a Sant Genís y se han instalado escaleras mecánicas en las calles más empinadas y dispone de todos los servicios esenciales necesarios. Y las asociaciones de la Taxonera siguen trabajando junto a los otros barrios de la Muntanya Pelada para defender los intereses de sus vecinos.
Para la edición de éste texto se ha consultado entre otras fuentes: Carmelógrafo. el blog más importante en cuanto a la historia del Carmelo y sus zonas adyacentes.
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