Desde su establecimiento a finales del siglo XVIII, el consulado de Estados Unidos en Barcelona ha sido testigo de más de dos siglos de relaciones diplomáticas, transformaciones urbanas y evolución social en la ciudad. Su actual sede, un edificio de estilo noucentista proyectado por el arquitecto Enric Sagnier, encierra también la historia de una influyente familia catalana: los Godó.

 

UNA FAMILIA VINCULADA AL TEXTIL Y A LA PRENSA

 

Los orígenes de la familia Godó se remontan a Igualada, donde en 1842 Ramon Godó i Llucià (1801–1885) cofundó la Compañía Fabril Igualadina, empresa textil que marcó el inicio de una saga empresarial. Con el tiempo, la familia diversificó sus inversiones, llegando a adquirir relevancia en el ámbito editorial con el diario La Vanguardia.

 

Uno de los hijos de Ramon Godó, Bartomeu, tuvo descendencia con su tercera esposa, Glòria de Eguía. El  8 de septiembre de 1873 nacía su hija, Maria Glòria, a la que seguiría un niño, Bartomeu, el 24 de septiembre de 1875, el cual moría el día 17 de noviembre del mismo año, al mes y medio de vida de “colitis”, en el 4º piso del número 29 de Rambla Santa Mònica. Poco después llegaba otra niña el 10 de septiembre de 1877, Mercedes, y la familia estaba a punto de aumentar cuando, a pocos días del nacimiento del que sería el cuarto hijo de la pareja, moría la pequeña Glòria el 16 de julio de 1880 en la casa del pasaje del Comerç, poco antes de cumplir los seis años.

Podemos pensar que esta desgracia supuso el traslado de la familia a un nuevo domicilio en el paseo de la Pau número 11, donde el 29 de octubre de 1880 nacería otra niña a la que le pondrían el nombre de la hermana muerta, Glòria. Y cinco años más tarde, en la calle de Vergara 9-11, un 24 de abril de 1885, nacía otro niño, al cual, como ya habían hecho con su hermana, le pusieron el nombre del hermano mayor que había muerto años antes.

Mercedes y Glòria Godó. Ambas permanecieron solteras y fueron las propietarias del palacete que hoy alberga el consulado estadounidense.

 

DOS HERMANAS SOLTERAS Y HUÉRFANAS

Bartomeu Godó Pié, el padre, enfermó a principios de la década de 1890 y falleció el 22 de enero de 1894 en la calle de Provença 111 donde había vivido con su hija Matilde, su esposo, el doctor Antoni Anet, y los padres de éste último, Benet Anet y Teresa Mallol i Rodés.

Tras la muerte de su padre en 1894 y de su madre en 1908, Mercedes y Glòria quedaron al cuidado de su tía Florinda. La rama familiar directa se extinguió con la temprana muerte de los hermanos varones, lo que consolidó la figura de las dos hermanas como herederas del legado familiar.

 

COMPROMISO CON LA BENEFICENCIA

Lejos de llevar una vida orientada al ocio o al lujo, Mercedes y Glòria Godó dedicaron una parte significativa de su patrimonio a iniciativas sociales. Colaboraron con el Institut de Cultura i Biblioteca Popular de la Dona, fundado por Francesca Bonnemaison, y financiaron proyectos educativos y sanitarios para mujeres y niños en situación vulnerable.

Entre sus iniciativas destacan el Hospital Nazareth, fundado por Glòria en 1920, y la Escuela Ave María, promovida por Mercedes. Ambos centros ofrecían servicios gratuitos y estaban abiertos a la población sin recursos.

SU PALACETE EN SARRIÀ

 

El palacete donde se ubica actualmente el consulado fue construido en 1914 por encargo de las hermanas Godó al arquitecto Enric Sagnier, con quien su familia mantenía una larga relación profesional y personal. El edificio se levantó en el paseo de la Bonanova, una zona que a finales del siglo XIX comenzó a transformarse en un barrio residencial para la burguesía barcelonesa.

De planta cuadrada, cuatro fachadas y con jardín, el edificio se concibió con sobriedad y elegancia. En su interior se conservan aún algunos elementos originales, como murales del pintor Darius Vilàs. En 1915 y 1919 se construyeron dos templetes en el jardín, uno de los cuales desapareció posteriormente.

 

GUERRA, EXILIO Y RETORNO

En 1936, con el estallido de la Guerra Civil, Mercedes y Glòria abandonaron su residencia disfrazadas de empleadas domésticas. Se exiliaron en Roma, donde permanecieron hasta el final del conflicto. Durante su ausencia, el palacete fue parcialmente destruido por un incendio y posteriormente se utilizó como escuela para niños refugiados.

A su regreso, las hermanas se instalaron en las zonas del edificio que habían quedado habitables. Glòria falleció a los 78 años y Mercedes algún tiempo después.

 

DE RESIDENCIA PRIVADA A SEDE SECULAR

En su testamento, las hermanas cedieron la propiedad a la congregación religiosa de Jesús-María, que posteriormente la vendió a la Cruz Roja. Esta, a su vez, revendió el inmueble al gobierno de Estados Unidos por un precio significativamente superior.

Desde 1992, el edificio es la sede del consulado estadounidense en Barcelona. El inmueble ha sido restaurado recientemente, con especial atención a la capilla, la escalinata principal y las salas nobles. En su interior se exponen actualmente dos murales de Josep María Sert, realizados en 1919.

 

HISTORIA DIPLOMATICA EN BARCELONA

El consulado de Estados Unidos en Barcelona se estableció oficialmente el 29 de diciembre de 1797, con el nombramiento de William Willis como primer cónsul. Fue el tercer consulado estadounidense en Europa, tras los de Belfast y Nápoles. La motivación principal fue fomentar las relaciones comerciales entre Estados Unidos y el tejido industrial catalán.

A lo largo de su historia, el consulado ha cambiado varias veces de sede: desde la calle Ample hasta la Via Laietana, pasando por Fontanella, plaza Cataluña, calle Jonqueres y la avenida del Tibidabo. Este último traslado fue temporal, durante la Segunda República, en casa del ciudadano estadounidense Max Klein, casado con Madronita Andreu, hija del doctor Andreu.

En 1917, a petición del cónsul de la época, se fundó la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en España (AmChamSpain), con sede compartida entre Madrid y Barcelona. Su objetivo sigue siendo la promoción de los intercambios económicos entre ambos países.

 

PRESENTE DEL CONSULADO NORTEAMERICANO

Actualmente, el consulado de Barcelona es uno de los más activos del mundo y la ciudad cuenta con el mayor número de consulados después de Nueva York y Hong Kong. Desde su creación, ha sido dirigido por 54 cónsules. La actual, Lia Miller, es la sexta mujer en ocupar este cargo.

El palacete que alberga la sede consular, antigua residencia de las hermanas Godó, sigue siendo un símbolo de la historia compartida entre Barcelona y los Estados Unidos.

 

FUENTES CONSULTADAS / AGRADECIMIENTOS

Agradecemos el soporte del Consulado de EEUU en Barcelona para crear éste artículo.

Jordi Berengué

https://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20230108/8670408/gobierno-eeuu-impulsa-restauracion-consulado-barcelona.html

https://criticartt.blogspot.com/2023/07/primera-pindola-consolat-eua-els-godo.html

https://www.youtube.com/watch?v=_hoBJOVHeGo

https://criticartt.blogspot.com/2023/07/primera-pindola-consolat-eua-els-godo.html

Arxiu Ametller

Arxiu CEMU

BETEVE

 

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EL CONSULADO NORTEAMERICANO EN BARCELONA

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